Los prejuicios sociales. Por Maritza Rocío López V

En la actualidad resulta poco probable encontrar una persona que abiertamente se declare racista, xenófobo, homófobo, machista o clasista. Las sanciones establecidas de ley y el hecho de vivir al interior de la sociedad, de cierta manera lo dificultan.  Esto no significa que hayan desaparecido.  Es así como se hacen evidentes al escuchar ciertas conversaciones, donde salen a flote calificativos o señalamientos negativos de personas, por lo general ausentes. Los prejuicios sociales constituyen actitudes desfavorables, intolerantes, injustas e irracionales, que impiden el establecimiento de relaciones interpersonales equitativas, el conocimiento de las personas como realmente son, inducen a considerar inferior a otros, evitar a las personas, no hablarles, no quererles ver, hablar negativamente de aquellas que se identifican con un grupo., lleva a la marginalidad, las burlas, la violencia, el acoso, el asesinato y en casos extremos, al genocidio. Se pueden identificar prejuicios en torno al aspecto físico de una persona; la consideración de las mujeres como seres inferiores física e intelectualmente, preparadas para solamente para las tareas del hogar, la crianza de los hijos y el cuidado de personas de tercera edad; considerar a personas de otras culturas como seres  incapaces; rechazar a otros por su condición sexual o afectiva; juzgar y valorar por las creencias religiosas o por el hecho de tener una determinada nacionalidad, como un supuesto carácter, que se torna irracional. Resulta importante reconocer las consecuencias que traen los prejuicios en la vida cotidiana, eliminar comportamientos y saberes que impidan el conocimiento de otras culturas, intentar ser racionales, no guiarse siempre por las emociones, pensar que todos los seres humanos, por el hecho de serlo, merecen respeto a su nombre, vida y dignidad, entender que los derechos humanos han sido creados por una sociedad que lucha por un mundo más justo, que combate la discriminación. Tomar conciencia de esto, equivale a evitar cualquier idea o acción discriminatoria que sustente los prejuicios sociales.