LA NACIÓN
Los familiares de Luis Gonzalo Pino piden que se haga justicia por la muerte del agricultor, de 53 años de edad, que según señalan fue arrollado por el conductor de un vehículo de servicio público de placa VZB 154, en momentos en que se encontraba haciendo necesidades fisiológicas a un costado de la carretera.
El accidente de tránsito que terminó con la vida del motociclista ocurrió el pasado 18 de enero del presente año, en la vía que comunica a Garzón con el centro poblado de Zuluaga.
EL HECHO
En relación al accidente, Arley Barrera, sobrino de la víctima mortal, señaló que “una camioneta de servicio público, afiliada a la empresa Cootransgar, accidentó a mi tío. Al parecer, la escena de los hechos fue alterada, porque mi allegado se detuvo a un costado de la vía para hacer una necesidad fisiológica y en ese momento el carro lo embistió”.
El allegado se ampara en este argumento porque, según señaló, reclamaron la moto en la que se movilizaba Luis Gonzalo el día de los hechos y se encuentra intacta, no tendría ninguna de sus partes dañada, lo que evidenciaría un choque.
CROQUIS
Al sitio del accidente de tránsito llegaron uniformados de la Policía y atendieron el caso, realizando el respectivo croquis del aparente choque, mientras que el motociclista fue trasladado al hospital de la localidad donde fue valorado y después remitido al municipio de Pitalito, según agregó el familiar.
En el centro asistencial en mención le realizaron una tomografía y encontraron que tenía un trauma craneoencefálico severo y múltiples fracturas en el cuerpo, por lo que fue remitido a la capital huilense, siendo ingresado a la Clínica Uros donde finalmente falleció en la noche del pasado sábado.
El allegado manifestó que durante los ocho meses que su tío estuvo lesionado, ni el conductor involucrado en el accidente, ni el dueño del vehículo de servicio público se acercaron a preguntarle por el estado de salud de su tío u ofrecerle algún tipo de ayuda.
¿QUIÉN ERA?
Con nostalgia Arley agregó: “Mi tío estaba casado, era padre de cuatro hijos, tenía una finca en la vereda El Cedral, una persona muy noble, muy querido por la comunidad y ahora sólo queda en nuestros corazones el vacío de su ausencia. Tenía 53 años de edad y sus planes quedaron truncados por el accidente”.
El familiar señaló que esperan que se haga justicia en este caso, porque la muerte de su allegado no se puede quedar impune.