“Madre te quiero, estoy bien”, fueron las primeras palabras que el cabo tercero del Ejército, Carlos Fabián Huertas, le dijo por teléfono a su progenitora Aide Huertas, cuando fue liberado por la guerrilla del Eln, que lo tuvo secuestrado un mes y doce días.
La voz del uniformado a la 1:15 p.m. de ayer confirmando su regreso a la libertad, llenó de llanto, abrazos y gritos de alegría su humilde vivienda en el asentamiento La Paz en Neiva, donde se reunieron desde las siete de la mañana familiares y amigos. “Esa era la noticia que estaba esperando desde el primero día de secuestro y me la dio él mismo”, expresó su madre.
El suboficial llamó a su progenitora una vez los insurgentes lo entregaron a la comisión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), la iglesia y la Defensoría del Pueblo, en zona rural del municipio de Fortul (Arauca). "La participación del Circ como intermediario neutral en esta liberación fue posible gracias a la aceptación de su acción humanitaria por todas las partes en conflicto", dijo en un comunicado Anne Sylvie Linder, jefa de la oficina del Circ en Saravena, Arauca.
La progenitora del militar manifestó que pese haber observado hace diez días a su hijo en el video de prueba humanitaria delgado, su estado de salud es bueno. “Me dijo que estaba bien de salud. Estoy feliz, volví a nacer porque mi hijo volvió a nacer”, expresó.
Aide, con sus hijos Jonathan y Andrea, viajaron en compañía de un sicólogo de la Novena Brigada, a las siete de la noche en un bus de la empresa Coomotor a la ciudad de Bogotá a reencontrarse con el cabo en el Hospital Militar, en donde fue internado para exámenes médicos. “Fue sometido a chequeos”, dijo un portavoz militar.
“No dormí de preocupación”
La alegría de saber que su hijo fue liberado, dejo en un segundo plano la angustia que horas antes vivió con el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de dialogar de paz con el Eln cuando liberara a todos los secuestrado entre ellos el geólogo canadiense Jernot Wober, secuestrado el pasado 18 de enero.
“Con entusiasmo recibí la noticia que se estaba dando la liberación de mi hijo, después de tener una noche muy larga por el anuncio del presidente de que se dialogaría con el Eln con la liberación de un canadiense”, indicó la mujer.
Recordó que encomendó la liberación del joven al Señor de Los Milagros. “Anoche (el miércoles) le hice una oración “Señor de Los Milagros en las manos tuyas le entregó todos los secuestrados especialmente a mi hijo, acuérdese Señor que él es un hijo muy bueno, muy sano, muy especial con la familia, acuérdese Señor de la liberación de mi hijo”.
La humilde mujer tenía además planeado una movilización a pie desde la capital huilense hasta la Bogotá exigiendo la liberación del uniformado. “Tenía pensado realizar una caminata por la liberación de mi hijo, nunca pensé en ir a buscar a la guerrilla para pedirle que lo liberaran, pero les doy gracias por la prueba de supervivencia y la liberación”.
Aseguró que el mejor trago que tomó ayer en la mañana fue la noticia que se adelantaba el operativo humanitario de liberación del joven. “El mejor trago de la mañana que mi Dios me pudo dar fue la noticia de la liberación de mi hijo. La ollada de tinto quedó hecha”.