No es un buen mensaje el que da la justicia con la reciente puesta en libertad de un guarda de seguridad involucrado en un hecho delictivo ocurrido el año pasado en el norte de Neiva y que tuvo amplia repercusión en la opinión pública.
Hacemos referencia al caso de Víctor Alfonso Rivera Valencia, de 27 años de edad, quien según el reporte de la Policía Metropolitana de Neiva, fue sorprendido por una de sus patrullas cuando participaba en el asalto a mano armada a un joven en el barrio Arboleda Real.
Como se sabe, el hecho ocurrió el 26 de julio de 2024, cuando muy temprano Rivera Valencia junto con quien sería su cómplice, Carlos Alberto Mosquera Oquendo, empezó, al parecer, a atracar a varios ciudadanos. En uno de estos casos, la Policía intervino, desatándose un enfrentamiento, que terminó con la muerte de uno de los atracadores, en tanto que Rivera Valencia fue herido y capturado.
Adicionalmente, en el lugar de los hechos fueron encontrados siete celulares de diferentes marcas, dos billeteras, un bolso tipo morral, dos relojes, una navaja y la motocicleta de la víctima del hurto.
Para la Fiscalía, no cabe duda de la ocurrencia de los hechos delictivos y está más que probada la responsabilidad de Víctor Alfonso Rivera Valencia, quien, al parecer, cumplía en la noche labores de guarda de seguridad de bares y discotecas, pero aparentemente madrugaba a atracar a mano armada.
Por eso mismo, no es comprensible que un sujeto de esta naturaleza haya quedado en libertad por vencimiento de términos, lo que representa, claramente, que alguien dentro de la justicia falló o no fue lo suficientemente eficaz y eficiente para evitar que los tiempos entre la acusación y el inicio del juicio se vencieran.
Los fiscales y los jueces también deben contribuir a la seguridad de los neivanos. Ellos, como administradores de justicia, no pueden ser ‘convidados de piedra’ o hacerse los de la ‘vista gorda’ en la lucha de las autoridades y la ciudadanía contra la delincuencia.