Gabriel Calderón Molina
Hace algunos días me encontré en el centro de Neiva con un amigo de San Agustín, residente en Neiva, quien a mediados del mes de diciembre pasado, mes en que el turismo alcanza los más altos niveles de visitas a la zona arqueológica, vivió una experiencia desobligante y penosa al ser testigo de las dificultades que implica visitar El Estrecho en el río Magdalena, uno de los sitios de mayor atracción de visitantes en el sur del Huila. Descender a dicho lugar por una carretera estrecha, sin pavimentar y en mal estado, implica riesgos para los vehículos, en particular para los buses que colmados de turistas buscan descender a ese maravilloso lugar de la naturaleza. Dice mi paisano que la vía estaba tan en malas condiciones de mantenimiento, que un grupo de campesinos de la zona, queriendo contribuir a su mejoramiento, habían acudido a pedir a quienes la transitaban, una pequeña cuota para reparar, ellos mismos, algunos de sus puntos críticos y así evitar desastres que afectaran el turismo. Que lo hacían, además, para demostrar cómo a los responsables de la vía, nada les importa el turismo.
La principal razón de este problema vial, es el incumplimiento del ingeniero que en noviembre de 2015, en el gobierno de Carlos Mauricio Iriarte, firmó el contrato de pavimentación de la vía San Agustín – El Estrecho – Obando, como parte de las inversiones destinadas a pavimentar el Circuito Turístico del sur, cuya importancia en estos momentos es clave para la industria nacional del turismo. La presencia en San Agustín de 105 mil turistas el año pasado, así lo confirma. Sin embargo, conociendo el buen interés del gobernador Gonzales Villa por San Agustín y por el turismo de la zona arqueológica, sorprende que en el reportaje que publicara este periódico hace algunos días, el mandatario no incluyera entre sus prioridades una solución del problema del incumplimiento de los contratistas con las obras de pavimentación del Circuito Turístico, entre los cuales figura la deteriorada vía de acceso al Estrecho.
¿De malas San Agustín? ¿De malas el turismo de la zona arqueológica? No creo que el señor Gobernador lo haya hecho a propósito. Pero cuando se trata de una contratación que compromete $50.000 millones de recursos públicos es de suponer que las autoridades departamentales y municipales ( Pitalito, Isnos, San Agustín), y los órganos de control, deben estar totalmente comprometidas en la vigilancia de la ejecución de esas obras.