La Nación
Maldito dinero 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Maldito dinero

 

Froilán Casas Ortiz

Obispo de Neiva

Por esta pandemia del COVID 19 el gobierno nacional a través de las herramientas que ofrece la Carta, ha decretado la emergencia nacional por la realidad que vivimos los colombianos y todos los habitantes del planeta, decreto Ley 457 del 22 de marzo de 2020, ha dispuesto, entre otras normas, el otorgamiento a los gobiernos regionales y locales sendas partidas presupuestales, -dinero recogido de nuestros impuestos, de quienes trabajamos de sol a sol y tributamos al Estado-, para atender las necesidades urgentes, a fin de afrontar de la mejor manera la extensión de esta plaga del virus COVID 19. Son billones de pesos distribuidos a los departamentos y municipios, dineros que son administrados, por esta emergencia, por las autoridades departamentales y municipales. Nunca como ahora se exige tanta creatividad, recursividad y sobre todo, HONESTIDAD. Como pastor de la Iglesia Católica y sucesor de los Apóstoles, maldigo el dinero proveniente de los recursos del Estado, utilizados en beneficio propio o con fines partidistas. La salud no tiene partido ni religión.  ¡Ay del que se aproveche de estos recursos en detrimento de la salud y de los más indefensos -aunque todos padecemos la crisis en la salud y por ende la crisis económica-, quienes la padecen de manera más angustiante! ¡Ay de aquellos que se aprovechen de las necesidades reales y actuales y, eleven los precios a los productos que venden! DINERO MALDITO. ¡Más temprano que tarde, llegará la cuenta de cobro! ¡Cuidado con el saqueo de los mercados! Yo sé que muchos mandatarios son honestos, pero con frecuencia los mandos medios son corruptos; infortunadamente no todo se puede controlar. Recuerde que no es “viveza criolla” robar. El robo siempre es un pecado, pero en este caso, es un pecado gravísimo. “De los que hacen tales cosas no es el Reino de los cielos”. Nunca como ahora se deben optimizar los recursos. Los desvíos de los mismos es un terrible peculado, es un sacrilegio contra la humanidad. Cada ser humano es “imagen y semejanza de Dios”. ¡Cuidado con caer en ese casi axioma cultural: el que peca y reza, empata! Yahvé Dios se tapa los oídos ante aquellos que lloran y gritan en sus oraciones, pero tienen sus manos manchadas por el crimen del robo y la deshonestidad. La Palabra de Dios nos dice que Dios vomita las súplicas de quienes tienen sus manos manchadas por el horrendo pecado de absolver al pícaro y condenar al inocente; de aquellos que tienen sus manos manchadas por el robo y el saqueo, la barbarie y la injusticia. El dinero de los pobres es sagrado y ¡ay de aquel que se aproveche del indefenso! Que el malvado no tenga argumentos ante el juicio de Dios que ignoraba las leyes divinas y por ende las leyes positivas de los hombres. ¿Por qué dice usted que cree en Dios, si a la par su corazón está lleno de podredumbre, de sevicia, codicia?