El soldado estadounidense Bradley Manning aguarda desde ayer su sentencia, luego de haber sido declarado culpable por un tribunal militar de varios cargos de espionaje tras filtrar miles de documentos secretos a WikiLeaks.
El martes, Manning fue absuelto de la acusación más grave, la de ayuda al enemigo al divulgar documentación que ayudaría a Al Qaida, y evitó una condena a cadena perpetua.
Pero los otros 20 de los 22 cargos relacionados con la filtración de cables diplomáticos secretos podrían costarle un buen tiempo tras las rejas: unos 136 años.
La audiencia para la sentencia en la base militar de Fort Meade, en las afueras de Washington y donde se celebró el juicio, puede llevar hasta un mes, con las declaraciones de unos 10 testigos de la defensa y otro tanto de la parte acusadora, que podrían incluir al propio Manning.
"La gente debe saber que el juicio está lejos de acabar", dijo Nathan Fuller, portavoz de la red de apoyo a Bradley Manning, quien rechazó la poca cobertura mediática del caso.
El soldado de 25 años fue declarado culpable, entre otros delitos, de desobediencia al reglamento militar, fraude informático al utilizar un programa no autorizado por el sistema del Ejército, desvío de los mecanismos de seguridad informática y almacenamiento ilícito de informaciones clasificadas.
Manning "enfrenta un máximo de 136 años de prisión pero no hay un mínimo en el sistema militar y según los elementos que surjan, la pena de Manning podría ser reducida de manera significativa", explicó Fuller.
Según él, menos de una veintena de periodistas cubrían el juicio, contra más de 90 durante el anuncio del veredicto.
Manning, que cargó y envió al portal WikiLeaks miles de documentos clasificados del Gobierno estadounidense sobre las guerras de Irak y Afganistán y 250.000 telegramas del Departamento de Estado entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, fue arrestado hace más de tres años mientras se desempeñaba como analista de inteligencia cerca de Bagdad.
Tras admitir haber divulgado más de 700.000 documentos a la organización de Julian Assange, la culpabilidad de Manning era considerada un hecho.
La Fiscalía argumentó que el soldado fue malintencionado al transmitir archivos a WikiLeaks, que luego los publicó, y que sus acciones beneficiaron directamente a Osama bin Laden y la red Al Qaida. Pero la jueza militar Denise Lind no consideró que se produjera tal daño.