La Nación
‘Maratón en Calzoncillos’ desnuda diversión comunitaria 1 20 abril, 2024
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‘Maratón en Calzoncillos’ desnuda diversión comunitaria

Cientos de vecinos y visitantes de la Comuna Seis de Neiva se entregan al gozo, como símbolo de la esperanza de un año nuevo mejor y despedida del viejo con sus pesares que buscan ahogar en medio del licor, la harina y el agua. Cientos de vecinos y visitantes de la Comuna Seis de Neiva se entregan al gozo, como símbolo de la esperanza de un año nuevo mejor y despedida del viejo con sus pesares que buscan ahogar en medio del licor, la harina y el agua. Germán Osorio Arias La Nación, Neiva Desde hace 11 años, los habitantes del barrio Emayá de la Comuna Seis de Neiva celebran el fin de año con una particular Maratón en Calzoncillos. Con agua, cerveza, harina, música, colores y trajes de todo tipo, la jornada transcurre inmersa entre un sin fin de risas y diversión, que igualmente congrega un amplio número de visitantes. emayaLos residentes de este populoso sector del sur de la capital huilense, especialmente los vecinos del barrio Emayá, viven en cada jornada de ‘año viejo’ una de las mejores experiencias de participación comunitaria. La Maratón en Calzoncillos es integrada por cientos de habitantes que se entregan al gozo, como símbolo de un año nuevo aún mejor que el anterior que está culminando. Evaristo Fajardo, organizador y promotor del evento, expone que “amanecemos tomando y la gente se une a la maratón. A la gente le gusta mucho este cuento, es una forma particular como la gente despide el fin de año, además, esto permite que los vecinos del barrio se sientan familiarizados”. Aunque los organizadores del evento no cuentan con apoyo económico, sí reciben despliegue mediático por parte de algunas empresas periodísticas lideradas por LA NACIÓN y emisoras locales como Olímpica Stereo. “Algunas empresas nos han ayudado, pero queremos vincular más. Los medios de comunicación nos han apoyado mucho, las emisoras nos han hecho publicidad, LA NACIÓN, por ejemplo, nos ha sacado notas desde el primer año y eso ha sido fundamental para el crecimiento y reconocimiento de esta actividad. También vienen los canales RCN y Caracol”, agrega Evaristo, destacando que son ellos, los integrantes de la comunidad misma, quienes aportan económicamente al evento, logrando así su financiación e incentivar a los participantes. La premiación. Después de cinco vueltas, ebrios, en calzoncillos y con el cuerpo pintado, los ganadores de la maratón se llevan como premio un trofeo, una botella de Whisky y un bono  por cien mil pesos. Dichos ganadores fueron, en primer puesto, Cristian Alexander Villa, en segundo puesto, María Ruth Segura, única mujer participante y, en tercer lugar, Jairo Roa Castro, todos habitantes de la Comuna, quienes se gozaron la jornada con todo el rigor del caso. También hubo regalos especiales para los participantes de otras comunas  y quienes le apostaron a la maratón. Ejemplo de integración Este tipo de eventos comunitarios son ejemplo de vinculación e integración social. La señora Flor Vargas, habitante del Emayá, expone su percepción sobre el mismo. “La carrera es algo maravilloso que  desde hace once años se viene llevando a cabo. Es algo que une a la gente de  todos los barrios. Ellos llegan aquí y se convierten todos en una sola familia. Es algo bonito que nos ha unido y, el fin último, es recibir un nuevo año con esa felicidad, que llegue con mayor prosperidad”. Jorge Narváez, padre de uno de los organizadores, agrega que la participación es amplia y sobrepasa las fronteras del barrio. “Viene gente del Siete de Agosto, de Granjas, del Caguán, de todas partes de Neiva”, agrega emocionado. Pero no solamente participa gente de las distintas comunas de la ciudad, sino también, de otras ciudades de la región y hasta de otros países. “Ha venido gente de Bogotá y de Ibagué. También ha corrido un español y un francés”, recuerda Jorge Narváez. Marcando la diferencia Nunca antes una mujer se había vinculado como competidora en esta maratón. Sin embargo, este año hubo una participación  que rompió el hielo y dejó huella. Ella es María Ruth Segura, única mujer que se atrevió a correr la maratón en calzoncillos, y quien, de hecho, fue ganadora del segundo puesto en la competición. Habitante del barrio Santa Isabel, vestida de negro, mojada y con harina en su cara y cuerpo, María Ruth Segura comenta que participa porque busca divertirse, “porque pretendo marcar la diferencia, marcar la pauta. ¿Por qué siempre los hombres son los que participan?”.  La diversión es algo inevitable en eventos como estos, dado que para asistir como ‘maratonista’, el competidor debe entregarse al goce, a la risa, a la desinhibición y a la resistencia física. Ahogando tristezas Además de la desinhibición física y mental, el hecho es un verdadero ‘exorcismo’ que despoja el cuerpo de  tristezas y dificultades acumuladas durante el año que acaba de pasar.  Félix Quintero es un habitante del norte de Neiva que participa del encuentro. “Lo que ocurre aquí es un desparpajo. Aquí uno se ríe de todo lo que pasó durante los 364 días del año, aquí nos estamos gozando las tristezas anteriores. Hoy es el día de quitarnos las caretas, las máscaras para gozarse el día sin prejuicio, ni rencor, ni arrepentimientos. Yo creo que en el año, ni siquiera en San Pedro, se da la posibilidad para que la gente pueda hacer lo que le parezca”, afirma Quintero. Es así como entre carcajadas, baldados de agua y manotadas de harina, la jornada llega a su fin. De esta manera, sin presupuesto, empapados,  riendo, ahogando penas, tomando cerveza, corriendo, gritando y divirtiéndose, es como la comunidad ‘exorciza’ su cuerpo de pasados dificultosos, pero con la asertiva convicción de que el año siguiente, objeto de este ‘ritual’ comunitario, será mejor y de mayor prosperidad que el anterior. Por cierto, dicha prosperidad es la que ha hecho que la maratón se mantenga viva durante once años y cada vez con mayor participación, difusión, visibilización y a la espera del efectivo apoyo empresarial.