La Nación
Más Seguridad Democrática 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Más Seguridad Democrática

Por: Piero Emmanuel Silva Arce

Las cifras de la violencia de Estado en contra de la ciudadanía que se manifiesta en las calles exigiendo una vida digna y en paz son escabrosas. La lógica de la Seguridad Democrática –aquella política direccionada por Álvaro Uribe en su periodo presidencial y que asesinó de forma impune 6.402 personas para hacerlas pasar por bajas de guerrilleros en combate– sigue vigente y produciendo graves afectaciones a los Derechos Humanos en el país.

De acuerdo con la organización Temblores, en el marco del Paro Nacional se han presentado 16 denuncias de violencia sexual a manos presuntamente de agentes de la fuerza pública. Los dos últimos casos se presentaron en Popayán; una mujer de 17 años denunció por sus redes sociales el abuso al que fue sometida y al otro día se suicidó; otra mujer de 18 años, detenida y llevada a la Unidad de Reacción Inmediata – URI –, presenta un esguince en su pie y afectaciones psicológicas. En esta sociedad heteronormativa el cuerpo de las mujeres sigue considerándose un objeto, un botín de guerra y esto exige que las fuerzas policiales y militares del Estado revisen sus políticas de manera que estas se enmarquen en los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario; frente a esto el Gobierno guarda un silencio sepulcral y cómplice, propio de la Seguridad Democrática. Por otra parte, 30 personas, en su mayoría jóvenes estudiantes, han perdido uno de sus ojos debido a los artefactos que dispara el Escuadrón Móvil Antidisturbios – ESMAD – durante las movilizaciones ciudadanas. Leyendo las declaraciones de las víctimas en el especial de El Espectador titulado Perdí el ojo, pero no los sueños, se evidencia el exceso de fuerza por parte de personas que integran ese escuadrón. Además, se han reportado 2.110 casos de violencia policial, 362 casos de violencia física, 39 homicidios cometidos por la fuerza pública y 1.055 detenciones ilegales.

Después de tres semanas de Paro Nacional, el Gobierno sigue empecinado en no responder a las demandas sociales y en justificar los abusos de la fuerza pública. Lo grave de esto es que cada día que pasa asesinan, violentan y desaparecen a más y más personas. Las miles de víctimas de la era Uribe Vélez vienen a la memoria para recordarnos que la violencia solo ha dejado desolación y muerte en amplias zonas del territorio nacional. Frente a esto, la ciudadanía volcada a las calles, juntándose y exigiendo la materialización del Estado Social de Derecho, lucha por la construcción de una sociedad más equitativa, en paz y en democracia plena.