La progenitora del menor, quien además trabajaba como docente en la misma institución, denunció que eran objeto de agresiones y malos tratos racistas, por parte del personas estudiantil y administrativo. A su hijo de preescolar llamado Keiner, “algunos compañeros le echaron orines en la cara, le metieron el pene en la boca, y por el ano, aseguró Kerlin Murillo.
“Nos atacaron por pertenecer a la población negra y afrodescendiente. Por la pigmentación de nuestra piel fuimos agredidos de todas las formas, hasta el punto de que mis hijos fueron abusados sexualmente”, denunció la docente afrocolombiana Kerlin Murillo.
De acuerdo con el aberrante relato, todo tuvo inicio por parte de sus colegas de trabajo quienes supuestamente propiciaron un mal ambiente laboral, motivando a los demás estudiantes a cometer estos actos reprochables contra su familia.
Sobre estos hechos que iniciaron a mediados del 2021 en plena pandemia, agregó que este año cuando iniciaron las clases presenciales, no les cayó bien a sus colegas por su pigmentación de piel. Desde ese momento iniciaron al parecer, una segregación social y racial, además de acoso laboral.
Por su parte el ministerio de Educación Nacional manifestó enérgicamente su voz de rechazo ante cualquier tipo de acto delictivo y violento en contra de docentes, niños, niñas y adolescentes que se presente en los establecimientos educativos del país, y hizo un llamado a las autoridades competentes para esclarecer prontamente lo sucedido.
“Situaciones de discriminación y racismo como las denunciadas, exigen que como sociedad se reflexione frente a la valoración y respeto por las diversidades y desde luego, que se hagan las investigaciones disciplinarias y judiciales que correspondan para proteger la vida de los niños implicados y desde luego de la docente presuntamente discriminada”, precisó Alejandro Gaviria, ministro de Educación.
Desde la Constitución de 1991, Colombia se reconoce como un Estado, laico, pluriétnico y multicultural, y por ello, todas las políticas, los referentes nacionales y los procesos que involucran acciones pedagógicas, didácticas, de participación o formación que emite el Ministerio de Educación Nacional, tienen en cuenta este mandato constitucional y se enfocan en garantizar a todos los educadores condiciones dignas para su desarrollo profesional y personal y a todos los niños niñas y adolescentes una educación de calidad que les permita su desarrollo integral y prevenga acciones que los conviertan en víctimas de cualquier tipo de violencia.
En consecuencia, el llamado que hace el Ministerio de Educación a la sociedad es a que blindemos las instituciones educativas como territorios de paz y entornos protectores de su comunidad, por lo cual, destaca la voluntad de seguir fortaleciendo las rutas de atención y denuncia establecidas para tales situaciones, y así mismo, reitera su compromiso de cero tolerancia a este tipo de violencias y delitos.
Además, el ministro Gaviria destacó que como sector tenemos una de las mayores obligaciones para generar las condiciones y desarrollar en cada niño, niña, adolescentes, joven y adulto el respeto por la diversidad y la valoración positiva de las diferencias. La educación es una de las mejores herramientas para prevenir desde la primera infancia cualquier actitud o comportamiento que vaya en contravía del reconocimiento de la dignidad y la igualdad de las personas en relación con los derechos.
Aunque los hechos sucedieron en abril de 2022 y sólo hasta este fin de semana fueron dados a conocer públicamente a través del medio de comunicación, el Ministerio de Educación acompañará a la familia afectada en este difícil momento que atraviesa, y solicita a la Entidad Territorial Certificada realizar las investigaciones pertinentes, así como a las autoridades judiciales, la atención a esta denuncia hasta lograr develar los hechos y ejecutar las acciones que se ameriten.