El coronel Juan Francisco Peláez, comandante de la Policía Huila, señaló que los menores que infringen la ley se están burlando del sistema de justicia y la sociedad, al reincidir en conductas delictivas. El coronel Juan Francisco Peláez, comandante de la Policía Huila, señaló que los menores que infringen la ley se están burlando del sistema de justicia y la sociedad, al reincidir en conductas delictivas. Agrega que el fenómeno de la criminalidad juvenil en Neiva y el departamento crece en gran parte porque no se cuenta con las mejores condiciones para los procesos de resocialización. MILTON JAVIER GUARNIZO LA NACIÓN, NEIVA Ante el preocupante panorama que viene la ciudad de Neiva y el departamento del Huila en materia de criminalidad juvenil, el coronel Juan Francisco Peláez, comandante de la Policía Huila, señaló que el fenómeno se debe en gran parte a que los procesos de resocialización no se están generando los impactos esperados en los menores inmersos en la comisión de delitos. En entrevista con LA NACIÓN, el alto oficial señaló que ante la vulnerabilidad en temas como el de infraestructura de los centros de rehabilitación, los menores infractores se fugan y vuelven a delinquir, burlándose del sistema de la justicia y de una comunidad, cada vez más afectada por la degradación social y la descomposición familiar. Entre enero de 2010 y marzo de 2013, en el Huila han sido aprehendidos 1.788 menores de 14 a 17 años de edad. El 63 por ciento de las aprehensiones (1.134) se registraron en Neiva. ¿Qué factores generan o facilitan el incremento de la delincuencia juvenil? 
Se debe a la violencia intrafamiliar, a la falta de comunicación entre padre e hijo, al maltrato físico y psicológico, un tema que no es exclusivo de los estratos uno y dos. Los padres trabajan todo el día y nuestros menores, expuestos a un ambiente difícil, crecen en la soledad, en las drogas. Las drogas conllevan a la delincuencia, porque las adicciones a sustancias estupefacientes generan las acciones delictivas. ¿Qué pasa con la utilización de menores por parte de grupos delincuenciales? Es claro que muchos menores de edad son utilizados para la comisión de delitos tan graves como los homicidios. Los adultos que están detrás de los grupos delincuenciales, las pandillas, están utilizando menores entre los 14 y 17 años de edad, porque la ley es más flexible con estos jóvenes, mientras que estos líderes delincuenciales se verían inmersos en condenas mucho más drásticas en caso de que sean capturados. Los menores son sancionados con labores sociales, privación de la libertad en centros de protección y cuando esos sitios no cumplen con las condiciones de infraestructura, como sucede en Neiva, se vuelven vulnerables a las fugas. Eso es una burla al sistema de justicia, a la sociedad, porque estos menores se evaden, en algunos casos regresan los fines de semana por comida y vuelven a fugarse. Lo que necesitamos es que estos muchachos se concienticen de lo que están haciendo, que su privación de la libertad es producto de una acción delincuencial, para que cuando salgan al exterior regresen a la sociedad siendo muchachos de bien. Uno de los temas que preocupa es la reincidencia de menores en delitos. ¿Qué está pasando? Se está haciendo un trabajo para recuperar a estos muchachos de la delincuencia, pero no está funcionando. No estamos obteniendo los resultados de una resocialización y las estadísticas lo demuestran. Hay ejemplos claros de jóvenes que salen de los centros de protección y siguen delinquiendo. Es un tema que se debe revisar a fondo, porque si bien los programas de resocialización son avalados y tienen unas directrices del Gobierno Nacional, debería haber una intervención para redireccionar estos programas, que se verifique el por qué no están funcionando. No decimos que sea culpa de las personas que administran estos sitios de atención a los menores infractores de la ley, sino que son programas que se proyectaron desde hace muchos años y que seguramente requieren ser actualizados en un contexto como el de hoy, en que nuestros muchachos son contrarios a la ley, a la autoridad de los padres, algo que no sucedía con los menores de hace 10 años. Eso no significa que no haya casos en que los menores regresen resocializados a sus comunidades, que hayan cambiado su forma de actuar en la sociedad, pero es claro que la gran mayoría reinciden en el delito, llegan a la mayoría de edad y siguen el mismo camino. ¿Hay otros factores que influyen en la reincidencia de delitos por parte de los menores? Es claro que la problemática social es el lunar de este fenómeno de la criminalidad juvenil. El muchacho sale de Hogares Claret, donde tiene un desayuno, un buen almuerzo y una buena comida, y cuando regresa a la calle, al seno de su hogar, se encuentra con la realidad: familias disfuncionales, la falta de comida para sus hermanos, la ausencia de oportunidades laborales a pesar de que fueron capacitados, los lleva nuevamente a delinquir. Necesitamos el aporte social para recomponer a muchachos de ciertas comunas de Neiva, en eso ha venido trabajando la actual administración municipal a través de la construcción de escenarios deportivos. ¿Qué pasa en nuestro contexto? Que se necesita de políticas públicas que sean permanentes, pero aquí el trabajo se hace y los procesos que funcionan se pierden cuando llega un nuevo mandatario. No existe una bandera que mantenga siempre en el orden de prioridades la prevención de la comisión de delitos por parte de menores de edad, y los afectados son los neivanos y los huilenses, porque permanentemente se pierden vidas, se cometen homicidios por parte de menores de edad. ¿Se están involucrando cada vez más los menores de edad en grupos delincuenciales? Indiscutiblemente hay muchachos inmersos en pandillas y grupos delincuenciales, en el tráfico de armas, el narcomenudeo, los atracos, los homicidios; eso se evidencia en las estadísticas. Eso lo sabemos todos, pero la Alcaldía no puede sola, la Policía no puede sin ayuda, el Bienestar Familiar no puedo solo. Se debe seguir trabajando porque es importante rescatar dos, tres, cuatro menores de las manos de la delincuencia, de la prostitución. Lanzarles un salvavidas a todos es difícil porque se requiere mucha inversión, pero si se resocializan algunos, eso es importante para que hayan menos criminales en el mediano y largo plazo en nuestra ciudad y nuestro departamento. 
Coronel Juan Francisco Peláez, comandante del Departamento de Policía Huila. 
