La Nación
Merecemos mucho más 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Merecemos mucho más

Rodrigo Lara Sánchez

 

Desde hace mucho tiempo los huilenses hemos tenido la ilusión de tener mejores vías para el departamento. Vías seguras, en excelente estado y competitivas ha sido nuestro constante anhelo. En el 2015 se nos prometió el inicio de una doble calzada, solamente hasta Campoalegre, algo muy pobre para lo requerido, y el mejoramiento de la vía en su totalidad hacia el sur, incluido el trayecto a San Agustín, con la construcción de variantes en cada uno de los municipios por donde pasa. Hasta hoy esto ha resultado ser un verdadero fiasco, pues no se ha construido un solo centímetro de esa nueva vía y con el fracaso del anterior concesionario por problemas de corrupción relacionados con el caso de Odebrecht, ni siquiera se tiene la certeza del cierre financiero de la nueva concesionaria que permita el desarrollo de la obra contratada.

 

Han pasado seis años desde que se anunció con bombos y platillos y lo único que hemos visto es el deterioro progresivo de la vía hacia el sur, que une a tres departamentos con el centro del país. A esta decepción se le añade el colapso de un puente sobre el Arenoso que tiene casi que incomunicada a la ciudad de Neiva con el resto del sur de departamento.

 

Triste realidad la que vivimos. Ahora, además, nos salen a decir que debemos esperar meses, o hasta años para tener una solución definitiva, porque nadie sabe a ciencia cierta cuando será. “Tranquilos, estamos trabajando”.

 

Necesitamos una solución pronta, al menos contar con un puente militar el cual puede ser instalado en días por el Ejercito y sus ingenieros, y la respuesta concreta de lo que será el desarrollo de una solución definitiva a la vía y la realización de la doble calzada hacia el sur. Nadie sabe con certeza cuándo la veremos. Es un misterio el que envuelve esta vía, nadie se atreve a dar respuestas a los interrogantes surgidos desde hace ya varios años cuando supuestamente arrancó la obra de la Ruta 45.

 

Invito a la dirigencia local y a todos los ciudadanos a que levantemos la voz y exijamos mucho más, dejemos a un lado la indiferencia y exijamos soluciones prontas, no paños de agua tibia. Es el desarrollo de la región lo que está en juego.

 

No más promesas, queremos repuestas concretas y soluciones rápidas ante la emergencia vivida.