La captura del capo Miguel Ángel Treviño, alias "Z-40", segundo líder de Los Zetas marca el debilitamiento de este cártel que se destacó por su crueldad contra rivales y otras víctimas como los migrantes en la época más sangrienta del narcotrafico en México.
La detención del jefe de Los Zetas cerca de Nuevo Laredo (Tamaulipas), fronteriza con Estados Unidos, es el golpe más importante contra el narcotráfico del gobierno de Enrique Peña Nieto que asumió el poder en diciembre con el compromiso de frenar la ola de violencia que causó más de 70.000 muertos durante la presidencia de Felipe Calderón.
Treviño, uno de los hombres más buscados por México y Estados Unidos, había tomado las riendas de la organización tras la caída de su jefe Heriberto Lazcano "El Lazca", quien fue abatido por la Marina en octubre de 2012 aunque su cadáver fue robado después por un comando armado.
El descabezamiento de Los Zetas plantea dos escenarios. "El positivo es que se va debilitando la organización y el negativo es que puede haber una guerra entre los subordinados y puede tener mucha violencia", dijo a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad nacional de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Analistas coinciden en que el más probable sucesor del 'Z-40' sería su hermano menor, Omar Treviño, alias 'Z-42', pero está por verse si es capaz de obtener suficiente fuerza dentro de la organización, señaló la consultoría de inteligencia estadounidense Stratfor.
"Omar podría tomar el poder relativamente rápido. O alguien de los Zetas podría ver esto como una oportunidad para una lucha interna", consideró Sylvia Longmire, exagente de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y autora del libro "Cartel: la invasión que viene de la guerra del narcotráfico de México".
Según expertos, la violencia podría incrementarse por pugnas internas en los al menos ocho estados mexicanos que controla este grupo criminal, que se extienden por toda la costa este del país hasta regiones fronterizas de Guatemala.
Pero también podrían estar al acecho de venganza otros cárteles con quienes Los Zetas han disputado palmo a palmo su expansión a zonas del centro y oeste de México, como son los antiguos aliados del cártel del Golfo, los Caballeros Templarios o el cártel de Sinaloa que lidera el capo más buscado, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Los cárteles podrían "oler la sangre"
Longmire señala que la pérdida de Treviño no afecta las operaciones cotidianas de Los Zetas, que operan como franquicias en un sistema en el que cada célula local supervisa su propio territorio, pero coincide en que los grupos rivales "podrían oler la sangre".
"El Chapo" Guzmán, el mayor rival de Los Zetas, "podría decir que esto es perfecto, un momento oportuno para golpear ante una falta de liderazgo", apuntó la estadounidense.
El gobierno mexicano, que pretende aplicar una estrategia de seguridad diferente al combate frontal militar de Calderón, no ha apuntado quién podría relevar a Treviño aunque ha recalcado que se encuentra "en alerta" para poder reaccionar ante un eventual repunte de la violencia.
Treviño no formó parte de los militares de élite mexicanos que fundaron Los Zetas al ser reclutados a finales de la década de 1990 como guardia personal de Osiel Cárdenas, el entonces líder del cártel del Golfo, grupo del que Los Zetas se independizaron hacia 2010.
No obstante, la extrema crueldad del detenido, que originalmente pertenecía al cártel del Golfo, encajó pronto con la que ejercían Los Zetas, el grupo que se convirtió en símbolo de los crímenes más sanguinarios de los últimos años, decapitando y desmembrando a sus víctimas que eran dejadas en lugares públicos para sembrar el terror.
También se les atribuye la comisión de una gran cantidad de delitos como el secuestro y asesinato de migrantes centroamericanos, entre ellos la matanza de 72 indocumentados en un rancho de Tamaulipas en agosto de antidrogas (DEA), Michele M. Leonhart, se entrevistó en México con el fiscal general, Jesús Murillo Karam, y esta semana se encuentran en Estados Unidos los ministros mexicanos de Defensa y de Marina, el cuerpo que volvió a neutralizar a un líder de Los Zet 2010.
De acuerdo con Gerardo Rodríguez, consultor privado de seguridad, la información de inteligencia para la captura de Treviño pudo venir de su propia organización o de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
El vocero de seguridad del gobierno, Eduardo Sánchez, no aclaró a la AFP si contaron con ayuda de Estados Unidos para la detención, que coincidió con varias reuniones de alto nivel entre ambos países en los últimos días.
Por un lado, el viernes pasado la administradora de la DEA, Michele M. Leonhart, se reunió con el fiscal mexicano Murillo Karam y, por otro, los secretarios de Defensa y de la Marina mexicanos viajaron esta semana a Estados Unidos.