Mezcla de licor y gasolina en El Caguán

Miguel Armando Osorio Olaya, de 32 años de edad y Luis Castillo Rivas, de 34 años de edad, terminaron saliéndose de la vía que del corregimiento El Caguán conduce al casco urbano de Neiva y chocando contra el muro de un subnivel, en inmediaciones de la comunidad indígena La Gabriela. Miguel Armando Osorio Olaya, de 32 años de edad y Luis Castillo Rivas, de 34 años de edad, terminaron saliéndose de la vía que del corregimiento El Caguán conduce al casco urbano de Neiva y chocando contra el muro de un subnivel, en inmediaciones de la comunidad indígena La Gabriela. LA NACIÓN, NEIVA La mezcla de licor con gasolina por poco deja una víctima mortal ayer en la tarde en inmediaciones del corregimiento El Caguán, ubicado al sur de Neiva. 800 metros después de salir del casco urbano de dicho corregimiento, sobre la vía que conduce al barrio Timanco, dos motociclistas sufrieron un fuerte choque que los dejó malheridos. Los hombres que se movilizaban a bordo de una motocicleta maraca Honda Splendor, de placa VFD-08C a las 2:00 p.m., al parecer viajaban con exceso de velocidad y terminaron chocando contra uno de los muros del subnivel de la quebrada La Gabriela, que pasa bajo la vía frente al resguardo de la comunidad indígena que lleva el mismo nombre. Primeros auxilios Se trataba de Miguel Armando Osorio Olaya, de 32 años de edad, quien iba al volante y Luis Castillo Rivas, de 34 años de edad, quien viajaba como parrillero. De inmediato dos ambulancias, entre ellas una de la Defensa Civil de Neiva, llegaron hasta el lugar de los hechos para brindarles los primeros auxilios y posteriormente trasladarlos hasta el Hospital Universitario de Neiva Hernando Moncaleano Perdomo, donde ingresaron hacia las 3:00 p.m. “Yo cuando vi fue que esos muchachos salieron derecho en la curva y la moto se fue al fondo de la quebrada después de chocar contra el muro, el conductor también quedó ahí abajo, quieto, pero el parrillero sí siguió de largo, y de la velocidad que traían quedó al otro lado bocabajo y sin poder respirar, la botella de ron que traían vacía no se quebró”, narró el dueño de un quiosco ubicado a dos metros del lugar de los hechos, “gracias a Dios no habían personas ni motos al frente del negocio porque ahí sí la tragedia habría sido peor”. Pronóstico reservado Según el parte médico, Osorio Olaya, quien se dedica a la construcción, fue quien llevó la peor parte, pues terminó con fractura en el maxilar superior, doble fractura en la pierna izquierda, trauma craneoencefálico, trauma de abdomen y trauma cerrado de tórax. Al cierre de esta edición se encontraba en la sala de cirugía siendo intervenido quirúrgicamente y su diagnóstico era reservado. Por su parte Castillo Rivas, quien viajaba como parrillero, sufrió múltiples traumas y fue revisado por los galenos para determinar si algún órgano vital interno había sido afectado. En el momento se encuentra estable en el centro médico, pero bajo observación. Reductor de velocidad “Desde hace mucho tiempo hemos venido pidiendo que en este punto que ha demostrado ser de alta accidentalidad sea colocado por el Municipio un reductor de velocidad, porque este no es el primer accidente que sucede en este año, vea usted que estos muchachos ni siquiera alcanzaron a tomar la curva porque se salieron de la carretera desde mucho antes de la quebrada debido a la alta velocidad que traían”, afirmó una testigo, quien además tiene su casa frente al lugar de los hechos y hace parte de la comunidad La Gabriela. Las autoridades de tránsito en el momento del accidente se encontraban haciendo controles viales justo delante de la curva donde sucedieron los hechos y alcanzaron a registrar en este tramo más de 12 infractores, que venían desde el corregimiento en alto estado de embriaguez y sin portar los elementos de protección necesarios, como los son el casco y el chaleco reflectivo. Medidas de seguridad Cabe anotar que los hombres implicados en el accidente viajaban sin las medidas de seguridad, luego de presuntamente haber consumido licor en El Caguán y por el croquis levantado en la escena, se logró determinar la alta velocidad a la que viajaban. “La recomendación que siempre le hacemos a la ciudadanía es no conducir bajo los efectos del alcohol para evitar estos percances, que por un lado pueden generar graves afectaciones en la integridad física de los ocupantes del vehículo, pero por otro lado esta conducta trae consigo sanciones penales en caso de que se afecte a terceros”, explicó el teniente Óscar Villegas, comandante (e) de la Policía de Carreteras Huila. Miguel Armando Osorio Olaya, de 32 años de edad, conducía la motocicleta. Luis Castillo Rivas, de 34 años de edad, viajaba como parrillero. Contra el muro de este subnivel impactó la motocicleta.