Las cenizas del profesor e investigador universitario Miguel Ángel Tovar fueron sembradas ayer a la sombra de un árbol, como fue siempre su deseo. Sin embargo, sus amigos y familiares le rindieron un tributo especial, al escoger a la Universidad Surcolombiana como el lugar en donde descansará en la eternidad, luego de su lamentable fallecimiento ocurrido el pasado 28 de junio.
En una sentida y muy especial ceremonia organizada por la Asociación de Profesores Universitarios (Aspu), se exaltaron las virtudes del destacado investigador, quien desarrolló importantes programas académicos al interior del alma máter, siempre con su inquebrantable espíritu crítico, enfocado en la construcción de una sociedad más incluyente.
Asimismo, fueron reconocidos por los directivos de la Universidad Surcolombiana y por la Facultad de Educación, los invaluables aportes que realizó el profesor Miguel Ángel Tovar en la investigación de los procesos sociales de la región y en la formación de profesionales huilenses con sentido de criticidad.
Su hijo John Freddy agradeció las manifestaciones de afecto y en nombre de toda su familia expresó la alegría de dejar las cenizas del maestro en la Usco, su segundo hogar. Jesús María Vidal, su inseparable compañero de vivencias, entonó a capela una canción para honrar al eterno Quijote, con el que libró innumerables batallas.
Una especial muestra cultural amenizó la ceremonia y una placa se destapó en su honor. Sus amigos más cercanos le brindaron sentidos discursos en los que manifestaron el inmenso cariño y gratitud hacia un excelente padre, inmejorable amigo y dedicado maestro. Además, exaltaron su trabajo sin descanso por reducir las desigualdades sociales en el país y por construir ciudadanos más comprometidos con la transformación del departamento.
A la sombra del árbol en el que descansará el maestro, con los acordes del himno de la Universidad Surcolombiana y frente a su esposa, hijos y nietos, sus compañeros y amigos se comprometieron en editar un libro con todos los artículos que el docente publicó durante 15 años como columnista de LA NACIÓN. Para ellos, el mejor tributo que le pueden rendir, es conservar su memoria para las futuras generaciones. Miguel Ángel Tovar, hasta la eternidad, siempre Surcolombiano.