Un joven soldado de 24 años de edad falleció luego de caer en una emboscada de las Farc en el departamento del Meta. Sus exequias se cumplirán en el municipio de Gigante de donde era oriundo. Un joven soldado de 24 años de edad falleció luego de caer en una emboscada de las Farc en el departamento del Meta. Sus exequias se cumplirán en el municipio de Gigante de donde era oriundo. CAROLINA AMÉZQUITA CASTRO LA NACIÓN, NEIVA En tierras lejanas del departamento del Meta, perdió la vida defendiendo su patria el soldado Manuel Enrique Pérez Alarcón. Las tropas fueron víctimas de una emboscada planeada por las Farc, donde un militar más se encuentra herido. El ataque guerrillero se registró ayer en la mañana cuando los uniformados, adscritos a la IV División del Ejército Nacional, realizaban labores de registro y control de área rural del departamento del Meta. Sorpresivamente los militares fueron atacados con artefactos explosivos lanzados por los guerrilleros que buscaban acabar con la tropa. En el hecho resultó con heridas de gravedad un soldado más, mientras el huilense perdió la vida de forma inmediata. La trágica noticia llegó a oídos de la familia Pérez Alarcón, quienes residen en Gigante y no podían creer lo sucedido. Las escenas de llanto y dolor no se hicieron esperar, uno a uno, familiares, amigos y conocidos llegaban al lugar para expresar sus condolencias a la familia. Ayer el cuerpo sin vida del militar reposaba en el departamento del Meta, a esperas de que hoy sea trasladado a su municipio, donde lo esperan sus seres queridos. ‘Trabajaba por su familia’ Desde muy joven, Pérez Alarcón se distinguió en el municipio cacaotero por su buen comportamiento y ganas de salir adelante, por ello, luego de cursar sus estudios de bachillerato en el colegio Max Perdomo, decidió enlistarse en el Ejército para prestar su servicio militar. “Llevaba como tres años en la institución… luego de terminar el servicio dijo que quería seguir porque necesitaba trabajar para ayudar a la familia”, relató Darwin Alberto Pérez, hermano del fallecido.
El militar, quien tan sólo hace 15 días visitó a sus familiares, era casado y padre de un menor de 4 años de edad. “La mujer y el niño viven con mis papás, así él les podía ayudar a todos con el dinero que enviaba”, comentó el familiar. Durante su estadía en la residencia ubicada en el barrio Orquídea, el soldado manifestó que se encontraba contento con su trabajo y nunca dejó de soñar. “Estuvimos hablando mucho y me decía que quería comprarse rápido una casita para él y su familia… también pensaba comprarse un bus o un camión para ponerlo a trabajar y tener más entradas”, expresó Alberto. Familiares, amigos y conocidos describieron a Pérez Alarcón como un hombre muy trabajador, alegre y emprendedor. “Más que un hermano era mi mejor amigo… siempre con ese espíritu emprendedor, quería salir adelante para poder ayudar a su familia”. La familia del soldado espera la llegada de sus despojos mortales, que serán velados en la residencia materna con todos los honores militares.