Francisco José García Lara
Abundan mensajes de todo tipo con críticas al sistema de salud, lo cual es replicado por los medios de comunicación que sin mayor responsabilidad presentan únicamente las noticias malas del sistema de salud.
En Colombia se autorizan anualmente cerca de 700 millones de procedimientos, actividades e intervenciones en salud, esa cifra demuestra que el sistema funciona, pero no debemos negar que algunos servicios como la atención del cáncer tiene trámites complicados, los cuales en ocasiones son impuestos por el estado.
Afirman algunos que solo con tutela se obtienen los servicios, el año en que mas tutelas se han presentado para obtener servicios de salud fueron unas 120.000, un porcentaje ínfimo frente al número de las autorizaciones antes mencionadas, en consecuencia tal afirmación no resulta cierta.
Según otros el problema son las EPS, lo cual es una aseveración superficial frente a la real situación de estas entidades cuya fundamental utilidad es asumir el riesgo, el mayor inconveniente es lo que está por fuera del plan de beneficios cuyas autorizaciones deben gestionarse mediante dispendiosos procedimientos y los debe pagar el estado a través de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) en el régimen contributivo o por los departamento en el régimen subsidiado.
La ADRES y las gobernaciones no pagan, y cuando lo hacen es con retraso, lo que ha llevado a muchas EPS a grave iliquidez con la correspondiente suspensión de servicios en algunas clínicas y hospitales por morosidad.
De lo anterior se deriva una conclusión lógica, la tan mencionada ley de punto final es también para el gobierno que está buscando la forma de ponerse al día.
Sobre la inspección, vigilancia y control del sistema de salud, está en cabeza de la Superintendencia Nacional de Salud que es como el apéndice cecal, todos sabemos que existe pero nadie sabe para qué sirve y cuando le da por fregar se complica la cosa. Esta entidad no tiene verdaderas funciones preventivas y nunca le han querido dar la importancia que se merece, pareciera que no conviene que funcione como debe ser.
Es muy corto el espacio para abordar todos los temas, falta por ejemplo el precio de los medicamentos e insumos disparado por las erróneas decisiones que liberaron dichos precios.
En todo caso he sido, soy y seré crítico de quienes manejan el sistema de salud, pero jamás dejaré de reconocer lo que se ha logrado, así nuestra miopía impida que se acepte, tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo.
garcia.francisco@javeriana.edu.co