Andrea del Pilar Bautista Perdomo
Empoderamiento de las mujeres, es hora de no dar marcha atrás, vamos por la igualdad frontal con las mujeres, las queremos ver en todos los escenarios, políticos, religiosos, económicos, empresariales, académicos; en fin en todos. Para que tengamos en cuenta estos son algunos datos recientes en términos de desigualdad. Colombia ocupa el puesto 95 de 188 en el último índice de inequidad de género elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Mientras el 60% de los hombres alcanza la educación secundaria, solo el 50% de las mujeres lo hace. El 80% de los hombres colombianos tienen acceso al empleo, mientras apenas el 57% de las mujeres es parte de la fuerza laboral del país. No más parodias de la vida donde a la mujer la someten, la pisotean y la vulneran, no más el sexo débil; cuando en realidad somos más fuertes y somos capaces de soportar y enfrentar cualquier situación sin amilanarnos.
Mi recomendación a todos los hogares es que desde estos núcleos que son cruciales y fundamentales para el ser humano, demos los cambios y otorguemos a los hijos instrumentos de juego que permitan ser felices que ellos escojan los que ellos prefieran, con los coloridos que más llamen la atención, no juguetes que obliguen en algún momento a creer en la obligación de llegar a ser padres, ni perfectamente con estereotipos de belleza irreales, hagamos de los hijos los seres libres, con infancia feliz llena de magia que algún día los involucremos para ser hijos críticos y soñadores del mundo. Las labores de la casa las tienen que hacer todos. Todos debemos ayudar en la cocina, barrer, sacar la basura o tender la cama, no es solo el papel de las mujeres. Hoy dedico esta columna a todas las soñadoras que quieren dar ese salto a ser diferentes, a pensar desigual y a defender su rol, su honra y su libertad. Ningún hombre: esposo, compañero, jefe, vecino, hermano, padre, familiar puede quebrantar las ganas de luchar por los ideales que se buscan y como lo expresó la pensadora francesa Simone de Beauvoir “el día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no humillarse sino afirmarse ese día el amor será para ella como para el hombre fuente de vida y no un peligro mortal” Feliz sería de tener alcaldesa mujer.