Píter Bonilla Díaz
No aportan absolutamente nada. Ni ideas, ni ayudas. Ninguna clase de donaciones, como lo está haciendo por toda la geografía nacional el Centro Democrático. De los otros partidos no se sabe.
Pero sí critican todo. Lo blanco lo ven negro, y lo grande pequeño. Están egoístamente rabiosos porque Colombia es el segundo país del mundo en enfrentar correctamente el virus. Y el primero en América. Desde luego gracias al presidente Duque, su equipo de Gobierno y a los científicos que lo asesoran.
El desvelo de sus malquerientes no es por trabajar de consuno con la Administración, sino de acomodarle yerros. Por eso, y para eso mismo, el resentido mal perdedor senador “Cacas”, se fue con un grupo de sus secuaces para Cuba, ¡claro!, “mamertos” y cabecillas “farianas”, con el fin de recibir instrucción terrorista. Y una vez finalizada la pandemia volver con las marchas violentas. Volada que hace el mitómano sin pedirle permiso al Congreso, para después inventarse un cáncer.
Lo que no se entiende es cómo quienes denostan agresivamente del Mandatario, le piden un vuelo humanitario; para así regresar toda la jauría y después causarle daño al Gobierno aplicando la nociva enseñanza recibida.
También estuvieron reunidos en otro capítulo del Foro de Sao Paulo, llamado ahora de Puebla, bajo la batuta del heredero dictadorzuelo de la isla, entre otros, el narco elegido Elefante y los expresidentes de Brasil, Dilma Rousseff, de Argentina, Cristina Fernández, el indio Evo y el Diosdado “descabellado” jefe del Cartel de los Soles. Su consigna es desestabilizar los gobiernos de la región de tendencia conservadora. Ya se vio el vandalismo que propiciaron en Chile, dejándolo en ruinas; en Ecuador y lo que se quiso hacer en Colombia.
Por qué “el cacas”. Se conoció una información, que cuando Gustavo Petro Urrego, alias “Aureliano”, era carcelero de los secuestrados del M 19; otro Covidg 19, si recordamos la toma a fuego y sangre con la correspondiente devastación del Palacio de Justicia, y por supuesto el drama del holocausto de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y el personal a su servicio. La retención de todo el cuerpo diplomático en la embajada de la República Dominicana. El crimen del líder sindical José Raquel Mercado; de Diana Turbay. El robo de las armas del Cantón Norte. Que, como a las personas que tenía en cautiverio en huecos debajo de la tierra, Petro dizque les echaba excremento para torturarlos más. De ahí el asqueroso apelativo, que pide no se lo recuerden.
Lo curioso es que estos comunistas cuando van a La Habana no resisten ni por escaso tiempo la carestía, la pobreza. La frustrante ninguna modernidad; avance tecnológico. Aunque pretenden que Colombia tenga similar régimen también como el de Venezuela y Nicaragua. Pero rehúyen vivir en esos países.
¿Entonces? Fácil entenderlo. Buscan enriquecerse a costa del martirizado pueblo, robando el estado, destruyendo la nación; liquidando la empresa, la propiedad privada y cercenando todo tipo de libertades, como ocurrió y sucede con los tiranos que detentan el poder. Se sabe quiénes son. Sobra enumerarlos.