Negociaciones incoherentes. Por Eduardo Gutiérrez Arias

Las negociaciones de paz entre las Farc y el gobierno del presidente Santos están llenas de incoherencias y esas incoherencias tarde o temprano las llevarán al fracaso. El gobierno de Santos ha querido negociar en medio de la guerra y se ha negado a discutir un cese bilateral de hostilidades, bajo el falaz argumento que esto le daría ventajas militares a la guerrilla. Casi diariamente el ministro de defensa habla por todos los medios diciendo que las Farc son una organización criminal de narcotraficantes, terroristas, bandidos e infames, que no cumplen sus compromisos y no quieren la paz. Su discurso es el mismo del ex presidente Uribe, que anda haciéndole oposición a Santos, entre otras razones por haber iniciado negociaciones de paz con la guerrilla. Si esto es así, entonces ¿para que el gobierno, del que el ministro hace parte, negocia con esta organización? El presidente Santos dice que alcanzará la paz por las buenas o por las malas. El presidente sabe que por las malas no se ha podido alcanzar la paz en 50 años de guerra irregular. Y nuevamente se le debe preguntar ¿si no está el gobierno dispuesto a ceder un poco y si su pensamiento es el mismo del expresidente Uribe, para que esta payasada de negociaciones? Por su parte las Farc parecen hoy más interesadas en demostrar que es el gobierno el responsable del poco avance de las negociaciones, dado que a todas sus propuestas les ha dicho que no. Incluso se podría pensar que su ala radical, procura una justificación para el rompimiento de los diálogos y la continuidad de la guerra. Ellos aún no han entendido que con todas las imperfecciones, injusticias y talante reaccionario del poder en Colombia, esta es una democracia y en las actuales circunstancias internacionales y nacionales, una democracia no será derrocada por una guerrilla sindicada de vinculaciones con el narcotráfico, de violaciones a los derechos humanos y de una práctica permanente del secuestro. Las encuestas muestran que más del 90% de los colombianos desprecian la guerrilla. Colombia es un país de una clase media cada día más numerosa que quiere un régimen político estable y que rechaza los modelos estatistas que sólo beneficiarían al 20% más pobre de la población. En estas circunstancias, lo que de verdad debe negociar la guerrilla son las condiciones para su regreso a la vida civil y la dejación de las armas. Las reformas podrán conquistarlas después con su accionar político. Mientras tanto su accionar militar sólo ayuda y favorece a la extrema derecha que será la única triunfante con la ruptura de las negociaciones. Porque Santos no está blindado en el actual proceso y su fracaso será el fracaso de la única propuesta  audaz que ha hecho para salvar su imagen ante la historia.

La Plata, Huila, y su apuesta turística con los miradores

En un esfuerzo por revitalizar el occidente del departamento del Huila, el municipio de La Plata ha emergido como...

Sector automotor del Huila pisó el acelerador durante noviembre

El país logró mejorar en las ventas de vehículos nuevos durante noviembre y el Huila no fue la excepción...

24 de los 37 alcaldes huilenses estarían siendo amenazados y/o extorsionados

Mandatarios del norte, occidente y sur del Huila estarían siendo amenazados y/o extorsionados por grupos armados de manera ilegal....

Síguenos en:

Artículo Relacionado

¿20.000 muertos en un hangar?

La denuncia del organismo internacional (comisión de personas dadas por desaparecidas de la ONU) sobre la existencia de...

Acríticos y obsecuentes

Estuvo en Neiva “Carolina la breve”, quien está recorriendo oronda por el país sin asumir ninguna responsabilidad por...

No desfallecer

No se sabe hasta dónde llegará el escándalo de la UNGRD. Lo que destaparon los medios de comunicación...

Crímenes de Estado en Colombia

En una entrevista para un noticiero de televisión, el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP),...