Proclamación de la independencia absoluta de la Provincia de Neiva
Por: Academia Huilense de Historia
Hoy se cumplen 204 años de la proclamación de la independencia absoluta de la Provincia de Neiva del gobierno español.
Para la Academia, la independencia es uno de los valores que identifican al pueblo huilense. Numerosas páginas de la historiografía regional se ocupan de la actitud de los habitantes del Alto Magdalena frente a la conquista y al dominio del peninsular, así como ante la consolidación de la república. En ellas se exalta el espíritu rebelde de La Gaitana y Pigoanza. Toribio Zapata y Pedro León Perdomo sobresalen como líderes de la revuelta que reaccionó contra el gobierno colonial. José Díaz, Manuel A. Tello, Benito y Fernando Salas y Mercedes Loaiza, son ejemplo de los neivanos que rindieron sus vidas en la guerra por la independencia. Rojas Garrido y Francisco E. Álvarez destacan en el foro, porque orientaron la marcha de la nueva nación hacia el ejercicio pleno de la libertad del hombre, bajo la tutela de un Estado independiente. Desde la otra orilla, Rojas Tobar reúne la voz de quienes, proclamando la libertad dentro del orden, formularon un proyecto dirigido a conservar la independencia nacional. José E. Rivera y Reynaldo Matiz, inspirados en los líderes huilenses que celebraron el Centenario de la Independencia, como Gaitán Useche, reaccionaron contra los intentos peruanos por cercenar el territorio patrio en la amazonia. Diez años después, cientos de nuestros jóvenes respondieron a la toma de Leticia, jornadas en las que Sósimo Suárez y Cándido Leguízamo se erigieron como mártires.
A diferencia del pasado, parece que hoy no existen motivos para que el Huila, como pueblo, se preocupe por la independencia; al menos no se ven amenazas externas contra el territorio colombiano. Entonces, ¿qué sentido tiene volver sobre el espíritu independentista que caracteriza al huilense? Para Julián Motta Salas, desde la Academia Colombiana de la Lengua, la independencia nacional estaba ligada a la preeminencia del castellano entre nosotros. Para su coetáneo, Luis Ignacio Andrade, senador de la república, la independencia del país pasaba por una negociación justa con las trasnacionales del petróleo. Igual pensó J. E. Rivera cuando, siendo representante a la cámara, criticó a la Tropical Petroleum Company.
En tiempos de Naciones Unidas, de globalización y de inversiones trasnacionales como cosa natural, no parece tener sentido hablar de independencia si ésta se entiende desde la política y la economía tradicionalmente entendidas. En cambio, si confesamos que la independencia es un valor que caracteriza la identidad del pueblo huilense, su consolidación como un valor en los tiempos modernos adquiere vigencia. Si la independencia es consubstancial al ser del huilense y este ser se expresa en las relaciones sociales, idioma, costumbres, música, arte y artesanía que le son propios, y, además, en el reconocimiento y valoración de su territorio y en la apropiación de los símbolos que lo representan, la lucha por la independencia está lejos de terminar. Sabemos que las décadas precedentes han herido al ser del huilense, hecho de justicia, solidaridad, castellano, río, Sanjuanero, montañas, desierto y nevado, hospitalidad, asado y trabajo honrado.
Para comenzar, la pregunta sería: ¿Qué tanto hemos dejado de ser nosotros mismos al asumir como propias las maneras de ser de otros?