Mañana Néstor Rincón, líder político y social de San Adolfo en Acevedo, Huila, cumple 80 años de vida. Las personas que han tenido la fortuna de conocerlo y ser ayudadas por él rinden un homenaje a un trabajador incansable por las comunidades.
La familia Rincón Machado está hoy de fiesta. No es para menos porque su esposo, padre y abuelo cumple 80 años de vida. Un hombre que durante toda su vida se ha dedicado a escribir un legado imborrable gracias al trabajado que ha realizado en beneficio de las comunidades.
Su existencia ha estado escrita en el centro poblado San Aldolfo, ubicado en el municipio de Acevedo, sur del Huila, donde vivió gran parte de sus años convirtiéndose en un impulsor de obras de gran impacto como instituciones educativas, puestos de salud, vías y puentes; así como la adecuación del acueducto y alcantarillado y de parques para que la gente disfrutara de áreas comunes.
Después de su familia, para Néstor Rincón lo más importante es servir y entregar oportunidades de mejor calidad de vida para las comunidades; ese precisamente, es el principal factor por el que se recuerda al llegar a sus 80 años.
De acuerdo con su hija, María Leonisa Rincón, ha sido de los pocos políticos que ha trabajado más por amor y pasión que por intereses personales.
Entre los cargos que ocupó está haber sido alcalde de los municipios de Oporapa y Tarqui, además fue diputado de la Asamblea del Huila, así como concejal de Avecedo. Sin embargo, entre las funciones que más disfrutó fue cuando se desempeñó como presidente de la Junta de Acción Comunal.
“Siempre fue un líder político, social y un gran patriarca. En 1983 salió de San Adolfo a vivir a Neiva, pero siguió por mucho tiempo trabajando por San Adolfo y Acevedo”.
Su casa tanto en San Adolfo como en Neiva siempre tuvo las puertas abiertas porque él y su esposa Deyanira Machado estaban dispuestos a recibir a quien necesitaba ayuda.
Una de las principales anécdotas que recuerda su hija es cuando al señor Néstor lo tildaban de loco por visualizar el primer colegio para San Adolfo. Reto que años más tarde logró y que benefició a decenas de niños, entre ellos sus hijos.
“Nosotros los hijos estudiábamos en un colegio que él fundó en San Adolfo y éramos los que cargábamos las sillas de la casa para estudiar en la iglesia. En ese tiempo decían que mi papá estaba loco por imaginarse un colegio en San Adolfo, en esa época tan alejado de todo, pero que mi papá hubiera logrado eso fue de gran orgullo, ahí sus hijos estudiamos y fue gracias a su visión de la importancia de la educación y la calidad de vida de las personas”.
Néstor Rincón, casado con Deyanira Machado Rico, padre de Nelson, María Leonisa, Ariel, Marleny y Esmeralda; abuelo de 8 nietos y 3 bisnietos, pasa sus días disfrutando del amor de su familia desde la tranquilidad que brinda el municipio de Rivera, donde, no con una misma fuerza, sigue ejerciendo la labor social que ha caracterizado su vida.
“Disfruta de su familia, sus nietos y bisnietos, es una persona tranquila y feliz a quien todos queremos mucho y le reconocemos lo gran padre, lo buen amigo y siempre servidor de los demás”.
Quienes lo conocen lo describen como un hombre excepcional, al que le gustan los caballos y el tango, y que tiene grandes habilidades para componer coplas; lo hacía a cada una de las familias de San Adolfo en las fechas de año nuevo. En esa época todas las personas se reunían en el parque a escucharlo y a reírse a carcajadas apreciando su jocosidad.
“Un gran legado que nos ha dejado y todos nuestros logros se los debemos a él y a esa gran esposa que ha sido su coequipera todo el tiempo. Creo que realmente ellos son ejemplo de personas buenas, de unos campesinos que fueron capaces de visionar y salir de San Adolfo en la búsqueda de que sus hijos tuvieran mejores oportunidades y nuevas cosas para la región”, puntualizó María Leonisa.