No tenía ni pies ni cabeza el proyecto que no sólo proponía la extensión del mandato del presidente, Iván Duque, y el actual Congreso de la República, sino que buscaba cambiar la mayoría de periodos en el país. En el caso de los cargos de elección popular y otros –Fiscal, Procurador, Contralor, Defensor del pueblo, entre otros– se planteaban periodos de cinco años, en vez de cuatro. Mientras que en el caso de magistrados de altas Cortes, cuyos cargos son por ocho años, se proponía una extensión a 10 años. Además, el proyecto establecía que todas las elecciones en el país se celebraran en una misma fecha. Incluso, apelando a la amenaza de la pandemia, se proponía que todos los alcaldes y gobernadores pudieran reelegirse en 2024 o aspirar a la Presidencia de la República sin tener que renunciar a su cargos un año antes.
Por fortuna, la iniciativa se hundió ayer mismo debido a que no consiguió las firmas necesarias para poder iniciar el trámite de radicación.
Fue natural y era previsible el revuelo inmediato que causó desde la misma noche del miércoles cuando se conoció que un grupo de congresistas había radicado la iniciativa. Hasta el presidente Duque debió salir ayer a rechazar esa propuesta, diciendo: “Iván Duque Márquez, presidente de Colombia, será presidente hasta el 7 de agosto de 2022, punto. Este país no está para otras discusiones”.
Independientemente de la gran polémica que generó esta iniciativa, no era sano someter al país a esta clase de discusiones, cuando en estos momentos todos los esfuerzos deben estar dirigidos a sacar adelante el plan nacional de vacunación y la reactivación económica. Al país no se le puede olvidar que esta pandemia aún representa una amenaza y que económicamente, hay inmensos retos.
“Al país no se le puede olvidar que esta pandemia aún representa una amenaza y que económicamente, hay inmensos retos”