Aníbal Charry González analiza abiertamente la polémica Reforma a la Justicia e identifica cosas buenas y malas de una ley que tiene actualmente al Congreso de la República en el ‘ojo del huracán’. Aníbal Charry González analiza abiertamente la polémica Reforma a la Justicia e identifica cosas buenas y malas de una ley que tiene actualmente al Congreso de la República en el ‘ojo del huracán’. NELSON ROJAS OSORIO LA NACIÓN, NEIVA El país político continuaba ayer en medio de una fuerte polémica por la aprobación de la Reforma a la Justicia en el Congreso colombiano y sus efectos negativos ante la opinión nacional. Incluso el mismo Congreso adelanta todas las consultas pertinentes para hundir el proyecto, mientras otros hablan de revocatorias y de convocar a una nueva constituyente, entre otros temas. LA NACIÓN continúa consultando abogados expertos en el tema y en esta edición consultamos al abogado y catedrático Aníbal Charry González, quien tiene sus correspondientes apreciaciones sobre el polémico tema. ¿Qué opinión le merece la Reforma a la Justicia que se aprobó en el Congreso? La Reforma a la Justicia tiene cosas buenas y necesarias y otras definitivamente malas e inconvenientes, particularmente las que fueron conciliadas subrepticiamente. Buenas, la eliminación de la inútil Comisión de Acusaciones; la del Consejo Superior de la Judicatura, especialmente su sala disciplinaria, por los casos de corrupción que son de dominio público; el incremento presupuestal para la Administración de Justicia, la creación de la Comisión de Aforados Constitucionales; el Consejo Nacional de Disciplina Judicial con intervención de las Cortes y el Congreso en su integración quitándole su origen netamente político; el establecimiento de la doble instancia para los procesos penales y de pérdida de investidura de los congresistas para ajustarlos a estándares internacionales, y la posibilidad de que la jurisdicción disciplinaria de los abogados litigantes quede en manos de sus pares a través de los Colegios de Abogados como existe en otros países. Malas, la ampliación del periodo y la edad de retiro para los actuales magistrados, que hace ver la reforma como un intercambio de favores; la eliminación de la muerte política por la pérdida de investidura, el restablecimiento de la inmunidad parlamentaria y la concesión de fuero para los secretarios de Cámara y Senado, como las más relevantes. ¿Cuáles fueron las principales barbaridades aprobadas en su concepto? Yo no las llamaría barbaridades, pero sí definitivamente malas como lo expresé anteriormente, por su carácter regresivo para volver a la malhadada inmunidad parlamentaria y a hacer prácticamente inane la pérdida de investidura. ¿Quiénes y cómo se benefician con esta reforma a la justicia? Se beneficia la jurisdicción disciplinaria, en tanto se crea un organismo con diferente origen, y los abogados litigantes que podrán impartir su propia disciplina con colegiatura obligatoria. La Administración de Justicia que recibirá más recursos. Los congresistas que tendrán derecho a una segunda instancia. Los aforados constitucionales que tendrán un organismo serio y calificado para hacer un antejuicio político responsable, entre otros aspectos. ¿Cuáles son realmente los problemas de la justicia colombiana actualmente? Los problemas de la justicia colombiana son endémicos y se relacionan con la sempiterna congestión y morosidad para resolver los conflictos de la ciudadanía, y en fin, la carencia secular de política criminal que nos obliga a estar aplicando sin fórmula de juicio sistemas foráneos de administración de justicia que fracasan como el Sistema Penal Acusatorio, pues terminan estrellándose con nuestra realidad de la mano de una deficiente mentalidad y cultura de nuestros jueces para que funcione la justicia, que no se podrá resolver con más reformas ni más leyes para que los problemas de la justicia tengan solución en el papel y no en nuestra cruda realidad, pues como se sabe, las leyes en sí mismas no son ni buenas ni son malas, sino que las hacen buenas o malas los encargados de aplicarlas. En suma, los problemas de la justicia son más un problema de gerencia que de normas, y por tanto ni una reforma celestial los podrá resolver como creen algunos ingenuamente. ¿Qué es lo que realmente se debe cambiar en el Congreso en relación a la justicia colombiana? Como lo he dicho, el problema no se resuelve con expedir más normas, sino con voluntad política y cambiando la mentalidad de los encargados de administrar justicia, que es donde está la almendra del asunto para que haya pronta y cumplida justicia como ocurre con la acción de tutela que tiene términos improrrogables para decidirla que debían trasladarse a los procesos ordinarios, pues en otros países hay menos jueces por habitante y producen el triple de las sentencias que profieren los jueces colombianos. ¿Qué medida debe adoptar el presidente Juan Manuel Santos frente al tema? Lo que hizo el presidente Santos al objetar por inconstitucionalidad e inconveniencia el Acto Legislativo es lo correcto, no obstante que este procedimiento no se encuentra consagrado explícitamente en la Constitución, donde las objeciones sólo proceden para los proyectos de ley, pero sí se desprende de su integralidad, pues cualquier operador jurídico está en el deber de inaplicar un acto cuando este sea abiertamente inconstitucional, y en este caso con el fin de que se pueda salvar lo rescatable de la reforma, que debe regresar al Congreso para que allí se resuelvan las objeciones presidenciales en una convocatoria a extras, pues en una nueva legislatura se podría afectar adicionalmente su constitucionalidad; o para que se publique y la Corte Constitucional diga la última palabra sobre el punto en control posterior ante la avalancha de demandas que se vendrán contra el acto reformatorio. Aníbal Charry González, abogado catedrático, expresó que la Reforma a la Justicia tiene cosas buenas y malas. DESTACADO. En suma, los problemas de la justicia son más un problema de gerencia que de normas, y por tanto ni una reforma celestial los podrá resolver como creen algunos ingenuamente.