‘Nicole está con Dios’

Nicole, la única hija de una trabajadora familia huilense, falleció hace nueves meses a causa del dengue hemorrágico. S Nicole, la única hija de una trabajadora familia huilense, falleció hace nueves meses a causa del dengue hemorrágico. Su mamá, Adriana Cubillos, desnuda su corazón para LA NACIÓN y cuenta la difícil experiencia de continuar sus días sin las picardías de su pequeña traviesa. LA NACIÓN, NEIVA Adriana Cubillos Murcia y Diego Fernando León se conocieron cuando estaban muy jóvenes. Ella se preparaba en la universidad como docente y él empezaba su carrera en la Policía Nacional. Se enamoraron profundamente y muy pronto iniciaron una vida juntos. Cuando Adriana quedó embarazada tenía tan sólo 20 años de edad y llevaba con Diego un año de convivencia. Él asumió el embarazo con alegría y mucha responsabilidad. Adriana tenía un poco de temor porque no había culminado sus estudios universitarios, pero su mamá y su esposo, su pequeña y amorosa familia, la apoyaron decididamente y ella continúo. La joven pareja esperaba un varón, pero el primero de noviembre de 2006 la vida los sorprendió con Nicole. Desde ese momento la vida les cambió por completo y la pequeña rápidamente se convirtió en el eje de sus vidas. “Nos llenó de bendiciones. Era una niña demasiado espontánea. Las personas siempre tenían que ver con ella, no sólo por su físico, sino por la manera en la que se expresaba, en cómo hablaba, parecía que fuera una persona adulta. Era muy cariñosa y expresiva con todas las personas que la rodeaban, era demasiado organizada y le gustaba hacer muy bien sus cosas”, recordó tristemente Adriana. Nicole empezó a estudiar desde muy pequeña. A sus 5 años y medio alcanzó a hacer cuatro jardines, lo cual fue una gran ventaja porque siempre se destacaba académicamente. Todo su tiempo lo tenía ocupado. En las mañanas estudiaba y en las tardes practicaba patinaje con la escuela DCA Orgullo Opita. “Primero empezó a asistir a los entrenamientos por recomendación médica, porque era muy gordita, pero después a ella le gustó y practicó hasta ocho días antes de que falleciera”, aseguró su mamá. Nicole fue la consentida de sus abuelitas Isabel León y Ana Luz Murcia. Era la menor de seis pequeños de la familia materna y la única nieta de la familia paterna. Con la señora Ana Luz compartió casi toda su vida, ya que su abuela vivió junto a sus padres hasta ocho días antes de su muerte. La inesperada partida de la niña ha afectado muchísimo a la abuela, quien aún no se repone por su fallecimiento. La enfermedad Nicole murió de dengue hemorrágico el pasado 10 de junio. Su familia cree que hubo negligencia médica en su atención y consideran que es su responsabilidad aclarar su muerte. “Ella tenía mucha fiebre. La llevé a los servicios de urgencias que presta la Policía. Allá nos dijeron que tenía una virosis y la mandaron para la casa. La llevamos en tres ocasiones y siempre nos dijeron lo mismo. Nunca le diagnosticaron nada específico, sólo le formulaban medicamentos y la mandaban para la casa”, dijo Adriana. El jueves 7 de junio, la mamá la llevó al médico y le entregaron de nuevo medicamentos. El viernes 8 de junio, después del mediodía, dejaron a la menor hospitalizada con remisión para el hospital, ya que en el momento no había servicio de pediatra en la Policlínica. “Llegamos al hospital el sábado 9 de junio por la mañana y a las 6:00 p.m. le diagnosticaron dengue, pero nunca nos dijeron que era dengue hemorrágico. Yo llamé a mi esposo y le avisé el diagnóstico de la niña. Le pedí un toldillo y algunos elementos para su hospitalización”, recordó la progenitora. “Mi esposo llegó muy rápido, nos trajo lo que necesitábamos y una doctora nos preguntó si estábamos de acuerdo en que estudiaran un poco más las muestras de Nicole. Yo acepté para que fuera mejor la atención para la niña, pero nunca nos dijeron por qué”. “Ella me hablaba bien, iba al baño normal. El papá nos acompañó hasta las dos de la madrugada y se fue porque entraba a trabajar temprano. Desde ese momento la niña se empezó a poner más malita. Le hicieron muchos exámenes y la remitieron a la Unidad de Cuidad Intensivos. Ella siempre estuvo consciente hasta que la intervinieron para ponerle un catéter y desde ese momento nos desconectamos totalmente con Nicole. La remitieron a la clínica Medilaser y allá murió hacia la 1:30 p.m. del domingo 10 de junio”. El adiós “Todo fue demasiado rápido. Fue muy dura su muerte. Quedamos con tanta tristeza e incógnitas. No dejamos de pensar en que si hubiéramos hecho esto o lo otro, tal vez la niña estuviera con nosotros. Por eso todo fue más difícil de asimilar”, recordó su mamá entre lágrimas. “Yo tenía muchas ilusiones con mi hija, era tan pequeña. Cuando el doctor nos informó de su muerte nosotros no le creíamos. Sólo pensar en continuar nuestras vidas sin ella fue muy duro. Durante la velación todavía la teníamos con nosotros físicamente, la mirábamos mucho y teníamos el aliciente de tenerla cerca. El entierro fue el martes 12 de junio y después del funeral fue mucho más duro porque nunca más la volvimos a ver”. Desde ese momento empezó lo más difícil para el solitario hogar. Hacía tan sólo ocho días que la familia estaba estrenando su casa propia en Altos del Limonar, que lamentablemente Nicole no alcanzó a disfrutar. El duelo “El cumpleaños de Nicole fue muy duro porque ella tenía muchas ilusiones con su fiesta de 6 años. Le decoramos la tumba en Jardines El Paraíso y con la familia, la profesora de patinaje y unas compañeras de trabajo, compartimos una torta. Era una fecha muy especial que celebramos con las personas que les nació acompañarnos en su tumba”, expresó Adriana. “A pesar de que han pasado nueve meses, todos los días Nicole está en nuestra mente. Siempre hablamos de ella como si fuera a volver, sabemos que es imposible pero todavía la sentimos con nosotros. Fueron muchos los vacíos que dejó. Desde que ella llegó a nuestras vidas, todo lo hacíamos los tres”, recordó su mamá “Fue tan extraño sentirnos solos. Uno se acostumbra a una rutina diaria. Es tan difícil para mí levantarme sola, no tener a nadie a quien bañar, con quien desayunar o sacar la moto y salir a trabajar sin ella. El papá no tiene ahora ese beso inmenso cuando llegaba de trabajar. Es muy duro caminar por la calle sin tener a nadie a quien llevar de la mano”, dijo entre lágrimas la joven madre. Presente “La muerte de Nicole cambió mi vida por completo. Es muy extraño porque ya no tengo las responsabilidades de mamá, mi tiempo no era mío sino de ella. Cada mes publicamos con mi esposo su foto en LA NACIÓN, porque queremos mantener vivo su recuerdo. Es una manera de agradecerle todo el tiempo que nos regaló, a pesar de que fue muy corto, son muchos recuerdos hermosos que nos dejó”. “Al principio, mi esposo siempre me encontraba llorando. Eso también lo afectaba mucho a él y yo me di cuenta, así que decidí ser fuerte por los dos. Hemos hablado de tener un hijo de nuevo porque no nos podemos quedar solitos, pero en este momento no. Tenemos que sanar las heridas y dejar que el tiempo pase. Nicole fue una niña demasiado especial y no queremos buscar que un nuevo hijo sea igual a ella, por eso tenemos que esperar”. “A veces las personas me dicen que si les pasara algo así se morirían, pero en realidad lo dicen sin pensarlo, porque no han pasado una situación tan dolorosa. Dios es tan perfecto que nos dio la fortaleza de sobrellevar esta situación y nos hizo más llevadero este dolor que nos acompañará toda la vida. Yo sé que no va a existir un día en que no la extrañemos. Nuestro consuelo es que Nicole está con Dios y en ningún otro lugar podrá esta mejor. Ella es un ángel que siempre nos acompañará”, dijo su mamá mirando sus fotografías, mientras las lágrimas bañaban su rostro. Nicole León Cubillos falleció el pasado 10 de junio a causa del dengue hemorrágico.