Jorge Luis Lizcano, salió en compañía de su hijo Jairo de seis años de edad, desde un caserío en la vereda, Reina Baja, en La Montañita, Caquetá, en el camino los atacaron a bala, el campesino en medio del desespero por salvaguardar su vida y la de su hijo, trató de esconderse, pero minutos después cuando creía que todo estaba bien, sintió que sobre su cuerpo había algo caliente, era la sangre derramada de su hijo quien alcanzó a ser impactado.
“Veníamos y cuando sentimos fue que nos alumbraron y como nos alumbraron nos dispararon, sin tener problemas con nadie, nada que ver con ninguno. Yo arranqué a correr con caballo y todo, abracé a mi niño y lo protegí y todo, pensando que no le había pasado nada, cuando ya lo sentí era algo caliente en el cuerpo mío, era la sangre de mi hijo, ahí yo no supe que hacer, cuando lo revisé, estaba herido y ya casi muerto. Esto es muy duro para mí, ver morir a mi hijo en mis brazos por culpa de esos criminales” afirmó Jorge Luis Lizcano, padre del menor asesinado.
Justicia
El desconsolado papá, pidió a las autoridades que se investigue este lamentable hecho y que logren dar con la captura de los responsables de la muerte del menor de tan solo seis años de edad. “Que no se queden esos criminales así, como le van a quitar la vida a un niño tan inocente”.
Hipótesis
El Coronel Javier Navarro, Comandante Departamento de Policía Caquetá, se refirió al hecho y afirmó que todo podría derivarse a una venganza. “Se presenta este lamentable hecho como resultado colateral, en la intención de generarle una agresión a su padre, resulta muerto el menor, los hechos pueden estar motivados en venganzas personales derivados de intolerancia social”.
Por otro lado, Alexander Bermeo, Director Seccional de Fiscalía, dijo que en este caso el CTI se desplazó hasta el lugar, realizando los actos urgentes con el fin de establecer que era lo que había ocurrido realmente, la investigación direccionándola hasta el lugar o la forma como pudo haber ocurrido esta situación para avanzar aceleradamente en la investigación y no permitir que el homicidio del pequeño quede en la impunidad.
El cuerpo del menor permaneció en la morgue de Jardines de Paz donde Medicina Legal adelantó el protocolo de necropsia y posteriormente lo entregaron a sus familiares para que le den cristiana sepultura. Al sitio fue enviado personal del ejército para fortalecer la seguridad y evitar nuevos actos violentos.