A 15 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el fervor de los colombianos está en su máximo punto. Una mirada a los medios de comunicación y las redes sociales evidencian la tensión que existe en el país de cara a la elección del Presidente y Vicepresidente de la República para los próximos cuatro años. Y como lo advertíamos recientemente, es normal que la ciudadanía tome partido y exprese abiertamente su simpatía por algún candidato. En una verdadera democracia está permitido el disenso.
Sin embargo, es importante insistir en que no está bien en que las muestras de simpatía por los candidatos en contienda, se conviertan en mensajes dirigidos a promover el odio, los ataques, la intolerancia y las noticias falsas o ‘fake news’.
Se trata de una peligrosa práctica que ha sido utilizada en anteriores elecciones. Está más que probado que algunos estrategas de campaña se encargan de ‘alimentarla’ y crean tendencias para generar falsas percepciones.
En el caso del departamento del Huila, las redes sociales hoy están inundadas de comentarios destinados a incentivar los ataques y el fuego de la intolerancia. Lo habíamos advertido con anticipación y está sucediendo en estos momentos.
Resulta sorprendente que estos comentarios estén saliendo de las cuentas de Facebook, Twitter y otras redes sociales de veteranos dirigentes, médicos, periodistas y otros profesionales de la región. Sus publicaciones llaman a la polarización en un país hastiado de la violencia. Lo que están haciendo es promover la opacidad, la tergiversación y ‘alimentar’ las llamas de la desinformación en medio de un debate electoral tan crucial como en el que estamos.
Desde esta tribuna, reiteramos nuestro llamado a que los huilenses y los colombianos no caigan en la trampa del ataque, de los comentarios ofensivos, de las noticias falsas o del odio visceral.