La Nación
No es la ideología, es la condición humana 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

No es la ideología, es la condición humana

Jorge Fernando Perdomo

 

Los mayores crímenes de la historia se han consumado en nombre de la ideología. Pasando por la Alemania Nazi con Hitler, la Unión Soviética con Stalin, Camboya de Pol Pot, Chile de Pinochet, Cuba de los Castro, Nicaragua de Somoza y Ortega, Venezuela con Maduro, solo a titulo de ejemplo. Unos en nombre de la derecha y la democracia y los otros en nombre del proletariado, el pueblo y la revolución.

A finales de la década de los 70, toda la juventud Latinoamericana veíamos con entusiasmo la derrota militar de Anastasio Somoza por la revolución Sandinista en Nicaragua, convencidos que una nueva época de libertad y prosperidad llegaría a uno de los países mas pobres del continente. tremenda equivocación. Ortega resulto peor que su antecesor, lleva 26 años en el poder y para poder continuar, previo a las elecciones presidenciales que todos los organismos internacionales han calificado de fraudulentas, ha asesinado opositores, encarceló una veintena de dirigentes y varios candidatos presidenciales con opción de derrotarlo. Peor imposible.

En Venezuela, la nación mas rica de América Latina, con un nivel de vida superior a cualquier país del continente, con las mayores reservas petroleras del planeta, donde mas de un millón de colombianos se refugió huyendo de la violencia y buscando un mejor nivel de vida, después de la toma del poder por Chávez en 1991 su economía socialista ha venido en decadencia y empobrecimiento, al punto que desde la época de Maduro el PIB ha caído mas del 80%, el 94.5% de los habitantes se encuentra en nivel de pobreza y se estima que el número de refugiados y migrantes venezolanos supera los 4 millones. Peor no puede estar.

Al otro extremo, en Kazajistán, el Presidente Tokayev, rechazó cualquier negociación con los manifestantes que protestaban por la subida del precio del gas en más del 100%, convirtiendo las manifestaciones en disturbios violentos y autorizó a disparar “sin previo aviso”. Allá, en el mayor país de Asia central, rico en petróleo, de la orbita Rusa, la masacre fue respaldada por Putin quien envió ayuda militar y el Presidente chino, Xi Jinping, aplaudía las medidas represivas.

Entonces, encontramos ejemplos para todos los gustos. Y como soy consiente que cada apreciación aquí expuesta es susceptible de ser relativizada, mi preocupación a título de advertencia es que nos miremos al espejo de nuestro vecino.

Somos una nación con grandes problemas, con mayores potencialidades, debemos reconocer que el establecimiento ha permanecido sordo a las necesidades de cambio, la corrupción nos asedia, pero el remedio no puede ser peor que la enfermedad.

Colombia necesita un gobernante que una, no que polarice, que proteja la familia como núcleo de la sociedad, la propiedad privada, el disenso y la democracia, que respete la vida.