La Nación
¡No hay derecho! 1 24 abril, 2024
EDITORIAL

¡No hay derecho!

Muchos saben en el Huila lo tortuoso que ha sido para las comunidades del municipio de Campoalegre la construcción del distrito de pequeña irrigación Usoiguá, conocido como el Túnel del río Neiva en Llano Grande.

El contrato nació ‘torcido’ desde el comienzo y hoy es un dolor de cabeza para las 180 familias que dependen del canal para la producción de arroz, cacao y maíz, principalmente. También para piscicultura y ganadería. Ante las deficiencias de la obra, cerca de 950 hectáreas dedicadas a la producción agropecuaria están afectadas por la alta sedimentación, que reduce significativamente el caudal concesionado.

La misma obra se ejecutó dos veces, la primera con recursos del programa Agro Ingreso Seguro (AIS) por $1.500 millones provenientes del Incentivo de Capitalización Rural, aportados por Finagro.  La segunda costaba inicialmente $1.145 millones con recursos del  antiguo Incoder. El último contrato fue adjudicada el 10 de diciembre de 2015 por el antiguo Incoder al consorcio Tierras del Huila 2015 (Contrato de Obra No.1191 de 2015).

Según lo pactado, las obras debían iniciar el 28 de diciembre de 2015. Horas después los contratistas solicitaron una prórroga por 90 días. Al día siguiente la obra quedó suspendida por un mes. Los plazos se fueron ampliando en varias oportunidades hasta completar un año. En diciembre de 2016 entregaron la obra, pero no como había sido contratada, pero además, inservible. Y para rematar con documentos falsos.

Ahora, para infortunio de los campoalegrunos, el inoperante distrito se quedó sin garantías para poder cubrir los daños y la pésima calidad de las obras. Las dos pólizas constituidas en el 2015 que amparaban la estabilidad y los eventuales incumplimientos de los contratistas están a punto de expirar, sin que la Agencia de Desarrollo Rural haya adelantado gestiones para hacerlas efectivas.

No hay derecho que se juegue así con las ilusiones de una comunidad. ¿Hasta cuándo?