El vicepresidente Angelino Garzón fue enfático en afirmar que a pesar de que a algunas personas no les guste sus opiniones, él no va renunciar a darlas. El vicepresidente Angelino Garzón fue enfático en afirmar que a pesar de que a algunas personas no les guste sus opiniones, él no va renunciar a darlas. LA NACION, COLPRENSA Angelino Garzón tiene claro que además de ser Vicepresidente es un ser humano. Reconoce que el último año no fue fácil por sus problemas de salud, pero aún así destaca que no dejó sus funciones, sus propósitos y su forma de ser. “Emocionalmente no me he sentido muy bien”, manifiesta el Vicepresidente, pues con el deterioro de su salud también se vio afectado en lo personal. Pese a ello, como trabajador seguirá consolidando dos de sus principales objetivos, implementar una política pública de derechos humanos en Colombia y contribuir al éxito de la gestión del presidente Juan Manuel Santos. Garzón fue enfático en afirmar que a pesar de que a algunas personas no les guste sus opiniones, él no va renunciar a darlas y que después del 7 de agosto de 2014, no quiere ser fórmula vicepresidencial de nadie. En entrevista con Colprensa, el Vicepresidente también habló de temas como las negociaciones con las Farc, el salario mínimo y la relación de Santos con el expresidente Álvaro Uribe. – Este año fue difícil para usted en materia de salud. Después de completar sus radioterapias ¿cómo se siente? Este año ha sido un año bastante difícil, yo el 9 de agosto de 2010 fui sometido a una cirugía de corazón abierto y estando en recuperación de esa operación, en junio de este año sufrí un accidente cerebro-vascular, que es algo que no le deseo absolutamente a nadie. En proceso de mi recuperación motriz, los médicos me dijeron que tenía un tumor de carácter canceroso en la próstata y fui sometido a radioterapia. En octubre me extirparon el cáncer, un riñón y parte de la vejiga. Emocionalmente no me he sentido muy bien, porque todas estas situaciones a uno lo afectan como ser humano y obviamente estoy en proceso de recuperación. Le doy gracias a Dios y al Señor de los Milagros por estar vivo. – Usted en algún momento aseguró que iba a pensar muy bien en una eventual renuncia. ¿Ese tema quedó totalmente descartado? Yo lo que le puedo adelantar es que yo tengo que ser respetuoso de las decisiones del Congreso, que es un organismo autónomo del poder ejecutivo, por lo tanto yo como Vicepresidente tengo que ser respetuoso. Pero a partir del 7 de agosto de 2014 yo no voy a ser fórmula vicepresidencial de absolutamente nadie, tiene mucha más importancia ser mandatario local o regional que vicepresidente de Colombia. – ¿Por qué es mejor ser mandatario local que Vicepresidente de la República? Porque un gobernante regional o local le puede ayudar más a la gente desde su cargo que como Vicepresidente. Ser Vicepresidente es un cargo honorífico, que es importante, pero no tiene el poder para ayudarle a la gente común y corriente. LO QUE SIENTE – ¿Cómo se siente usted como Vicepresidente en este segundo tiempo del Gobierno Santos? Mi función como Vicepresidente es ayudar para que el Presidente le vaya muy bien. Yo además de Vicepresidente soy un ser humano y obviamente que en lo humano no me siento muy bien, porque yo tengo unos problemas de salud bastante delicados que me han afectado en lo personal y no lo niego. Yo permítame decirle, me considero un trabajador discapacitado pero no incapacitado y obviamente que mi labor fundamental como Vicepresidente es contribuir al desarrollo de una política pública en Colombia, en materia de derechos humanos. – Algunos lo describen como la rueda suelta del engranaje oficial, ¿usted se siente así? No ni mucho menos. Yo me siento que como Vicepresidente debo ayudarle al éxito del Presidente, pero como Vicepresidente no he renunciado, ni renuncio a mi manera de ser. Yo creo que gobernar tiene que estar siempre dirigido a beneficiar a los seres humanos empezando por los niños y las niñas. A alguna gente no le gusta que exprese mis opiniones, pero yo no voy a renunciar a darlas. – Si se hace un balance del año, además de lo referente a su salud, ¿qué temas o momentos fueron fundamentales para usted como Vicepresidente y como Angelino Garzón? Pues yo tengo capacidad como Vicepresidente de hacer cosas que no me ordene el Presidente de la República y él me ha pedido que esté al frente de la política de derechos humanos y yo creo que lo más importante es la realización de la Conferencia de Derechos Humanos de manera tripartita entre el Estado colombiano, la sociedad civil y la comunidad internacional. Creo que hoy la sociedad colombiana está reconociendo los avances del Estado en materia de derechos humanos y más sobre la base que éstos deben ser respetados por todos los servidores públicos seamos civiles, policías o militares. LO QUE PIENSA – En su opinión ¿cuál debería ser el aumento del salario mínimo para el próximo año? El salario debe aumentar por encima de la inflación causada. Aumentar el salario por debajo de la inflación es engañar a los trabajadores y trabajadoras de Colombia y que el desarrollo económico se hace sobre la base de empleos decentes. Yo no voy a ser irresponsable de decir cuanto va a ser el aumento. Ni el Gobierno, ni los trabajadores, ni los empresarios me llamaron como mediador, yo solo expreso una opinión. – Si lo hubiesen llamado ¿Habría sido mediador? Para qué uno va a ensillar un caballo que no ha comprado. Esperemos, yo lo que envío es un mensaje que debe estar por encima de la inflación causada. En este momento hay un aspecto en el que parece que el Gobierno y las Farc no están muy sincronizados. Secuestrados – ¿Cómo consideran que avanzan las negociaciones con las Farc? Lo primero es que el Presidente está haciendo muy valiente en buscar la paz. En Colombia es más difícil hacer la paz que hacer la guerra, a mi me parece positivo que estén dialogando en La Habana y me parece positivas las declaraciones de la guerrilla en torno a cesar las acciones violentas, pero tiene una obligación, lo mismo que el ELN y las Bacrim, y es no agredir más a la población civil. – El presidente Santos le puso una fecha a las negociaciones, noviembre de 2013. Las Farc, por su parte, no se quieren comprometer con “fechas fatales”… Creo que la guerrilla debe recoger positivamente lo que ha dicho el Presidente, que el diálogo no pase de noviembre de 2013. Es muy importante que el Gobierno construya acuerdos con organizaciones ilegales, pero un acuerdo de paz debe estar acompañado de un proceso de perdón y reconciliación LAS RELACIONES – ¿Cómo está su relación con el ministro consejero, Luis Eduardo Garzón? Mi relación con Luis Eduardo Garzón es de viejos amigos y ahora somos ambos funcionarios públicos del Gobierno nacional y mi obligación es prestarle toda la colaboración para el éxito de su gestión como vocero del diálogo social. – ¿En algún momento le manifestó ese inconformismo de que estaba “calentando la silla”? No ni mucho menos, hemos conversado personalmente y yo le he dicho que él cuenta con todo mi respaldo. – Usted ha sugerido en algunas ocasiones que Santos dialogue o mejore sus relaciones con personalidades políticas como Álvaro Uribe y Gustavo Petro… Yo creo que lo mejor para la democracia es un entendimiento y un diálogo directo entre el presidente Santos y el expresidente Uribe. El que más ganaría sería el pueblo de Colombia. Son dos personas diferentes y obviamente tienen que procurar entenderse y trabajar juntos. Ambos son importantes para la democracia colombiana y para el presente y futuro de Colombia. Lo mismo creo frente a la relación del Gobierno Nacional con el de Bogotá. Lo mejor es un diálogo directo como lo ha venido haciendo el presidente Santos y el Alcalde de Bogotá, porque ahí los que más ganamos somos las personas que vivimos en Bogotá, pero el Alcalde tiene plena autonomía para tomar sus decisiones. – ¿Cómo ve el nuevo Sistema General de Regalías? Yo fui gobernador del Valle del Cauca, del 2004 al 2007, tuve 200 millones de pesos en regalías. Valían más los trámites que tenía que hacer que los 200 millones, pero creo que hoy tiene 150 mil millones de pesos por regalías, eso es una diferencia muy grande, por lo tanto yo creo que el Gobierno Nacional tiene la obligación de ayudarle a los gobiernos locales a tramitar el tema de regalías. Angelino Garzón, vicepresidente.