Jorge Andrés Géchem
En la columna pasada mencioné que debemos buscar en nuestra ciudad capital de Neiva, en el departamento del Huila y en Colombia una economía asociativa y de bienestar. Esa economía se construye de la mano de las vocaciones y potencialidades reales de los territorios, que permita generar oportunidades, desarrollo, empleos e ingresos para consolidar un bienestar en la comunidad. En Neiva y en el Huila no podemos seguir dándole la espalda al Río Magdalena.
Neiva es la capital de todos los huilenses. El desarrollo de Neiva impacta directamente el bienestar colectivo de nuestra región. Debemos entender que el desarrollo es el resultado de un proceso ordenado, serio y proyectado con visión a largo plazo. Es el río la oportunidad de generar un nuevo escenario de inversión, de generación de empleo y oportunidades. Veamos algunos ejemplos y lo que podría significar para Neiva darle la cara al río.
Barranquilla, desde el 2017 arrancó con una inversión importante para 5 kms de malecón, que se convirtió en el sitio más visitado en el país, con más de 10 millones de turistas y barranquilleros. Integralmente, es también un sector recreativo, que contiene un eje ambiental con avistamiento de aves y más de 1.200 árboles. Cuenta además con atracciones culturales y deportivas, y asentamiento de los mejores emprendimientos gastronómicos de la ciudad. Es un lugar de esparcimiento familiar, que a la fecha ha sido el sitio de cerca de 800 eventos. Esto solo para que veamos un ejemplo del aprovechamiento de este importante espacio para nuestra ciudad. Montería es otra ciudad que también lo entendió. Internacionalmente está el ejemplo de Barcelona.
Es enorme el desarrollo que genera para las ciudades darle la cara al río, no solo en términos económicos, sino en términos de desarrollo, de esparcimiento y del mejoramiento de calidad de vida para sus habitantes.
Es la hora de Neiva y el Huila, que tiene esta vocación propia, que goza de la mejor cara a este hermoso atractivo natural que es la principal ruta fluvial de país, desaprovechada históricamente. Debemos devolverles a los ciudadanos el río e involucrarlo en la construcción de ciudad y departamento.
Por esto preguntamos, ¿Qué pasa con la ejecución del proceso que se adjudicó en el 2019 para el Malecón en Neiva? Y ¿Qué pasa con el parque isla? ¿Cuántos recursos se han invertido y nada?
Es la hora de convertir el malecón del Río Magdalena de Neiva en un escenario que signifique el orgullo de ciudad, que genere y atraiga turismo para el Huila. Un lugar para el compartir de las familias, la cultura, deporte, impulsar el emprendimiento y de eventos al aire libre que congregue a la ciudadanía. Debe convertirse en el gran escenario para valorar y disfrutar responsablemente de la naturaleza. Esto sin duda, generará mayores oportunidades de ingresos y de empleabilidad. No le demos más la espalda, hoy más que nunca, Neiva debe ser la “gran capital del Río Magdalena”.