La Nación
COLUMNISTAS OPINIÓN

No tiene vacuna o tratamiento

 

Francisco José García Lara

En medio de la zozobra por la pandemia, Estados Unidos nos sorprendió con una acusación al presidente venezolano y el ofrecimiento de una cuantiosa recompensa por él y sus más cercanos colaboradores, logrando desviar la atención sobre el gigantesco avance del Covid 19 en su territorio.

El gobierno del país vecino no tardó en reaccionar y contraatacar a su rival asegurando que era una persecución hacia el pueblo venezolano y una intromisión, sin desvirtuar contundentemente los cargos que cada día son más evidentes.

En Colombia hubo más de un miope que celebró, olvidando que cualquier intervención sobre el país vecino nos afecta directamente puesto que agravaría aún más la situación migratoria y aumentaría la carga social que ya padecemos por cuenta de la llegada de miles de venezolanos a nuestro territorio, quienes demandan servicios sociales que de conformidad con nuestra Carta Magna no pueden ser negados.

En el país del norte comienza a manifestarse el impacto de la pandemia hasta el punto de que algunos gobiernos estatales como California, y alcaldes como el de Nueva York, han ordenado el aislamiento, lo que implicará que en algún momento el presidente Trump tendrá que tomar medidas reales, las mismas que ha evitado según su erróneo concepto para proteger la economía, y estando en un año electoral no sería nada raro que intente algún tipo de intervención sobre Venezuela en procura de mejorar su aprobación y así garantizar la reelección.

No debe entonces sorprendernos la acusación contra Maduro en plena crisis por la pandemia, ni mucho menos que se produzca algún operativo de esos que termina siendo película, pero debemos tener la claridad que tal situación repercutirá de manera directa sobre Colombia, ya sea por una alocada reacción del acusado en contra de nuestro país o porque se aumente el flujo de migrantes hacia Colombia.

Sumado a lo anterior, no podemos desconocer que a la fecha no es posible tener cifras reales y confiables sobre la pandemia en el vecino país, y si esos migrantes vinieran contagiados, se agudizaría la situación que actualmente, aparentemente, tenemos medianamente controlada.

La estupidez no tiene vacuna, ni mucho menos tratamiento conocido, estamos en medio de los intereses personales de los presidentes de Estados Unidos y Venezuela, por eso cualquier cosa que pase con las relaciones entre dichos países puede afectarnos gravemente, ojalá eso lo entendieran quienes están esperando ansiosamente que el poderoso del norte haga algo para salir de una vez por todas, y como sea, del dictador de al lado.

garcia.francisco@javeriana.edu.co