O nos juntamos o nos hundimos, dijo el exalcalde de Bogotá al hacer pública su propuesta para afrontar las próximas elecciones. Aún espera la respuesta.
Sucedió en la Universidad Javeriana de Cali. El auditorio colmado de estudiantes. Cuatro precandidatos presidenciales sentados en el mismo escenario. Frank Pearl, Sergio Fajardo, Claudia López y Gustavo Petro. Eran los protagonistas del foro “Perspectivas para Colombia”. Durante dos horas y media presentaron propuestas en todas las materias, salud, educación, lucha contra la corrupción. Todo iba en calma hasta que Petro le puso el picante, y generó las mayores ovaciones de la tarde.
En su último turno al micrófono, y tras encontrar coincidencias con Fajardo, Claudia, incluso con Pearl, se atrevió a hacer pública una propuesta que sorprendió a sus compañeros de panel, y también al auditorio: “Sergio, Claudia, oigan, ¿nos juntamos?”.
El auditorio rompió el silencio con una atronadora ovación. Los aplausos se extendieron casi por un minuto. “Si no somos capaces de tomar en este momento de tomar las decisiones acertadas hacia las reformas políticas y sociales de Colombia nos podemos unir en el torbellino de la incapacidad y por tanto de la violencia y de la sangre”.
Petro insistió en que la unión es el camino que recomienda el actual momento del país. “Llevamos 16 años de una especia de frente nacional (…), hay que tomar esa decisión. La responsabilidad es que, o nos unimos, o el país se lo lleva el que sabemos…”.
La propuesta quedó sobre la mesa, y pareció ser muy comprometedora para Fajardo, que no pudo detener una carcajada, y para Claudia, que también, con una sonrisa en los labios, prefirió agachar la cabeza y buscar una botella de agua. De momento no hubo respuesta. Y Petro aún sigue esperándola.
Sin embargo, la invitación de Petro pareció romper el hielo. Sergio Fajardo y Claudia López construyen una coalición para afrontar la primera vuelta de las elecciones, de la que hace parte el senador del Polo Jorge Enrique Robledo. Aunque no es una coalición cerrada, y por el contrario, está abierta a convocar otras fuerzas políticas, el nombre de Gustavo Petro parece no encasillar en ella.
El pasado 1 de junio, Claudia publicó una fotografía de una comida que adelantó en su casa. Allí, alrededor de un ajiaco, estaban Fajardo y Robledo. Fue el comienzo de lo que se llama la coalición de los ‘Ni-Ni’ (ni santistas, ni uribistas). Una fotografía que si a alguien sentó muy mal fue precisamente a Gustavo Petro, excluído y con la idea de que el propósito de aquella alianza era afectar su candidatura.
Claudia López ha insistido que la coalición entre Verdes y el Polo es de centroizquierda, y que Petro no tendría lugar por representar una izquierda radical. A ella, que no le gusta que la identifiquen con la izquierda, no le ha cerrado las puertas al exalcalde, al menos públicamente, pero tampoco ha dado señales concretas de que participe en una eventual alianza con el Petro.
Robledo, otro de los integrantes de la coalición, tampoco ha tenido las mejores relaciones con Petro en los últimos años, a pesar de que fueron compañeros de partido en el Polo. Robledo ha responsabilizado al exalcalde de dividir al Polo Democrático cuando decidió abandonar el partido. Hace un año, en una entrevista con El Colombiano de Medellín, aseguró que no haría alianzas ni con Petro, ni Piedad Córdoba, ni las Farc.
Lo cierto es que una eventual alianza, que incluya a Gustavo Petro, podría ser muy fuerte de cara a la primera vuelta, pues allí estarían tres de los candidatos con mayor intención de voto en las encuestas. Aunque eso son solo matemáticas, que a veces no se reflejan en las urnas.
Sin embargo, las puertas no están cerradas. Claudia López, cuando fue aclamada candidata presidencial de la Alianza Verde, dijo que no habrá vetos. Y varios dirigentes del Progresismo siguen buscando puntos de encuentro para que Petro haga parte de esta coalición.
De momento Claudia López y Sergio Fajardo no respondieron a la invitación de Petro. Ni sí, tampoco que no. ¿La dejarán pasar? El exalcalde de Bogotá quedó a la espera de una respuesta positiva, que no se sabe si llegará o será ignorada.
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