Óscar Alvis Pinzón
El filósofo del fútbol Jorge Valdano, dice que “el fútbol es lo más importante de los menos importante”. El fútbol se hizo para jugar en conjunto, con otros, contra otros o a pesar de otros. El fútbol se puede jugar solo, pero la soledad es doble porque no hay confrontación, porque no hay otros. La soledad es un balón que ya no está porque aunque haya cancha y jugadores, el fútbol no está completo si no hay un balón bien jugado o un gol. Cuando se pierde un balón se pierde un amigo, por eso hay que recuperarlo porque el que tiene el balón pone las condiciones. El fútbol es una pasión, un sentimiento, al que podemos referirnos cuando nos plazca. Y cada uno de nosotros disertará, con la propiedad y el conocimiento del técnico que todos llevamos dentro; armamos y desbaratamos equipos, ganamos partidos y le hablamos de tú a tú a Pékerman y al que sea.
Resulta importante la manera como la selección Colombia se convirtió en un factor de unidad nacional. Gracias a la Selección Colombia los niños de este país tienen un ejemplo, los jóvenes un motor y los adultos una ilusión. Ahora solo nos resta continuar con la camiseta amarilla puesta y pensar en Rusia 2018. Las personas somos competitivas por naturaleza y la pasión se debe sentir en cada actividad que realicemos. Si cada quien hace lo que le gusta con decisión, alcanzará cada uno de los objetivos propuestos. No es solo hacer lo que me gusta, si no que me guste lo que hago. Valdano nos invitó a patear balones para encontrar lo que nos apasiona, a convertirnos en líderes que es lo que necesita nuestra sociedad, con el fin de que ayudemos a los demás a dar lo mejor de sí, y principalmente a trabajar en equipo y en paz para sacar adelante a nuestro país.
La próxima semana, la selección Colombia va por la clasificación a Rusia 2018. Lo importante es que logremos buenos resultados y no perdamos nuestra identidad futbolística. Que se genere fútbol con seguridad en la defensa, que en el medio campo se recupere y se entregue bien la pelota, que los delanteros tengan sorpresa y contundencia. La eliminatoria está en la recta final y Pékerman tiene que seleccionar un buen equipo, para asegurar un buen funcionamiento individual y colectivo. No podemos repetir “el papelón que hicimos ante Venezuela” porque ante Paraguay y Perú “no podemos dar papaya” y deben jugar los que tengan ritmo de competencia. Menos mal la semana entrante va a ver fútbol, porque estamos mamados con tantas pilatunas de los carteles habidos y por haber, reforzados ahora con los carteles del tape y tape. Definitivamente en Locombia todo puede suceder.