Germán Palomo García
Según informe de la Comisión Económica Para América Latina, CEPAL, 140.000 empresas en Colombia están en riesgo de cerrar. Esta es una cifra que preocupa pero es un pronóstico que opera como un llamado de atención para adecuar las estrategias a que no ocurra. Y el mismo informe trae importante información para ello. Además del tamaño de las empresas con relación al empleo, 88.4% son microempresas; 9.6% son pequeñas, 1.5% son medianas y 0.5% son grandes. Aquí hay un filón de trabajo enorme. Las microempresas deben recibir gran apoyo para que mantengan sus nóminas, no solamente en términos de subsidios a las nóminas sino también en una revisión de su tributación, como se está pidiendo en Neiva con la aplicación del nuevo Estatuto Tributario que elevó los valores para el impuesto de Industria y Comercio que va en contravía de la realidad actual. Pero, como contrapartida, estas empresas deben hacer una profunda revisión de sus niveles de productividad, factor clave en estos momentos obligándolas a hacerlo como un condicionante para recibir apoyos. Fundamental, hay que atraer a las grandes empresas ya como inversión extranjera o nacional en iniciativas que exigen importante capital que muchas veces está en atesoramiento y no produciendo directamente. También, hay que diversificar los sectores económicos. Según el informe fuente, el comercio es la actividad más afectada con el cierre de empresas en Colombia. Casi 1.500.000 empresas en este sector cerrarían en este 2020.
El caso del Huila es una réplica de la realidad colombiana en donde el sector comercio es mayoritario en términos de unidades productivas y como generadora de empleo. Tendríamos que agregar Hoteles y Restaurantes, Transporte y Construcción que siguen con dificultades, con excepción de este último, para decir que la perspectiva no es la mejor a pesar de las buenas cifras de la Cámara de Comercio de Neiva en cuanto a constitución de nuevas unidades productivas en el primer semestre de 2020 porque muchas de ellas se crearon en sectores que siguen sin reactivarse sólidamente. Es necesario promover una estructura más fuerte de la economía nacional y la del Huila en particular. El gobierno tiene que ser selectivo en el direccionamiento del Plan Operativo Anual de Inversiones de 2021 (POAI) que está pendiente de aprobación y que prevé inversiones por $52,8 billones del Presupuesto General de la Nación de los cuales más de $4 billones irán a la recuperación de la economía. Esta estrategia de recuperación es la que debe incluir, en conjunto, a toda la institucionalidad pública y privada para estructuración de proyectos de diversificación de la economía y no pensar solamente en repetir esquemas productivos que generan las dificultades que estamos enfrentando.