Gran parte del norte de la ciudad quedó impregnado de gas lacrimógeno durante las horas en que encapuchados y el Esmad se enfrentaban en la Universidad Surcolombiana. Una infraestructura religiosa fue vandalizada. “Buscan la violencia porque de alguna forma se benefician de ella”, aseveró la Usco.
A las 10 de la noche de la jornada anterior cesaron los enfrentamientos que iniciaron sobre el mediodía, entre un grupo de manifestantes y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Oficialmente se conoció de cuatro personas capturadas, una infraestructura religiosa vandalizada y un uniformado herido.
La jornada anterior arrancó con un ambiente tenso desde tempranas horas, cuando sujetos encapuchados ingresaron a la sede central de la Universidad Surcolombiana (Usco), en el norte de Neiva. Y en la tarde y noche eso se transformó en disturbios.
La alma máter se pronunció al respecto asegurando que desde hace semanas estableció un acercamiento con los manifestantes, y que definitivamente los protagonistas de los desmanes no son estudiantes.
El jefe de la Oficina Jurídica de la Usco, Vladimir Salazar recordó que la semana pasada ingresó un grupo de jóvenes que se reconocen como la primera línea, con quienes se logró un diálogo sin capuchas, pero a la par también lo hicieron “desafortunadamente otra serie de personas que no podríamos identificar”. Luego de eso ocurrió la alteración del orden público.
“No quieren el diálogo”
Ayer sucedió lo mismo. En la mañana el grupo hasta ahora no identificado irrumpió en una reunión que se llevaba a cabo en las ágoras, e invitaron a los presentes a que, o se unieran, o abandonaran las instalaciones. Horas después comenzaron los enfrentamientos.
De la alma máter salieron con destino a la avenida 26 aproximadamente 50 personas, quienes posteriormente atacaron con bombas molotov la iglesia cristiana Filadelfia, causando un gran incendio estructural, que debió ser controlado por el Cuerpo de Bomberos de la ciudad. No se registraron heridos y se desconocen las pérdidas porque el pastor del lugar está convaleciente de COVID-19.
La Policía logró capturar a cuatro personas que estarían relacionadas con el ataque a la iglesia y con desmanes durante la jornada. Uno de los detenidos tiene anotaciones judiciales por acto abusivo contra un menor de 14 años de edad.
También fue entregado a sus padres un menor de edad que estaba participando en los hechos violentos.
El jefe de la Oficina Jurídica, Vladimir Salazar dijo que el objetivo de los encapuchados es evitar que docentes e integrantes de la primera línea establezcan un diálogo. Y que tampoco quieren un acercamiento, “buscan la violencia porque de alguna forma se benefician de ella”, aseveró.
“Hay intereses de personas que no quieren que la Universidad sea un escenario de diálogo, donde se discutan y analicen los problemas que han llevado al paro y protesta social”, sostuvo.
La hostilidad entre el grupo de manifestantes y el Esmad provocó que gran parte del norte de Neiva quedara impregnada de gas lacrimógeno, afectando el bienestar de toda la comunidad, incluida la Clínica Medilaser, ubicada frente al plantel educativo.
La comunidad de los barrios Cándido y Santa Inés se ha mostrado incómoda ante la situación, que además de afectar su salud, perjudica el comercio.
Hay daños dentro de la Universidad Surcolombiana que hoy se estarán evaluando.
El personero municipal, Kleiver Oviedo, aseguró que se reunirán con la alma máter para lograr establecer qué está sucediendo dentro de la casa de estudios.
Entre los enfrentamientos hubo armas por parte de los manifestantes como ‘canicas’, ‘papas explosivas’, y ‘bombas molotov’. El Esmad utilizó gases lacrimógenos y el arma Venom.
Un uniformado resultó herido en su rostro y ahora permanece recibiendo asistencia médica. Hasta el cierre esta edición no se habían reportados civiles heridos.