AMAURY MACHADO RUEDA/LN
Son ya nueve años los que lleva Flor María Córdoba Triana padeciendo las consecuencias de un procedimiento estético que prácticamente le desfiguró la cara. Durante este tiempo, la mujer, de 60 años de edad, ha tenido que someterse a varias cirugías para tratar de recuperar el aspecto normal de su rostro.
Todo empezó en el año 2008, cuando Flor María, oriunda y residente en Melgar, Tolima, se dejó seducir por la variedad de tratamientos de estética integral que ofrecía a muy accesibles precios la Unidad Cuerpo y Piel, que para entonces funcionó esporádicamente en esta localidad y desde hace un buen tiempo tiene sede en la ciudad de Neiva. La protagonista de este caso asistió allí a una consulta y terminó realizándose un rejuvenecimiento facial que comprendía eliminación de líneas de expresión, con solo aplicar una sustancia considerada como “milagrosa”.
Alfonso, esposo de la afectada, cuenta su versión de lo sucedido. “El procedimiento estético se lo practicó Nubia Perdomo. Le aplicó a mi esposa supuestamente un producto llamado ácido hialurónico, y casi al año después le causó una reacción negativa, ella empieza a tener síntomas de inflamación y enrojecimiento en el rostro, en el momento se tomó como algo normal, pero le fue afectando cada vez más y cuando acudimos la señora ya no tenía el spa en Melgar”.
Como se evidencia en algunas fotografías, a Flor María le aparecieron protuberancias en varias partes del rostro, además presenta inflamación, picazón y enrojecimiento en la cara y, por si fuera poco, insoportables dolores de cabeza y afectación en los ojos.
Visiblemente afectada en su salud y desesperada por no saber lo que le ocurría, consultó a los médicos y se practicó un examen de ecografía de tejidos blandos. Los resultados la sorprendieron.
“Según los dictámenes médicos, a mi esposa le aplicaron una mezcla de silicona líquida y en aceite. Es un engaño lo que nos hizo esta persona”, mencionó Alfonso.
Flor María conserva dos recibos de pago que hizo a la Unidad de Estética Integral Cuerpo y Piel, el primero el 23 de noviembre de 2008 con un abono de $300 mil, y otro del 7 de diciembre del mismo año, por $150 mil.
TRATAMIENTO DE POR VIDA
Debido a dicho procedimiento estético, Flor asegura que ha tenido que someterse a tres cirugías muy costosas en la ciudad de Bogotá para tratar de recuperar un poco su rostro, las cuales no las hace cualquier cirujano, sino una persona experta en el tema de biopolímeros.
“Fui al cirujano plástico de la EPS a ver si me ayudaba pero resulta que me regañó, me dijo ‘a usted quién la mando a ponerse eso, usted está fregada, eso la lleva hasta la muerte’. Salí peor de allá moralmente, me tocó ir a Bogotá al Hospital San José, ningún cirujano quería comprometerse a tratarme porque veían mi problema muy complejo. Ahora encontré un cirujano muy bueno que se llama Ernesto Barbosa, me tiene en un tratamiento por seis meses a base de antibiótico que me ha afectado la gastritis, pero debo tomármelo para eliminar las bacterias e infección que tengo en la cara desde el momento en que me realizaron ese procedimiento”, comentó Flor.
Entre desplazamientos a la capital colombiana, cirugías y demás gastos para recuperarse, esta pareja dice haber gastado ya unos $50 millones.
“Llevo cinco años desde que me hicieron la primera cirugía para recuperar mi rostro y en tratamiento aplicándome corticoides. Yo dije que tenía que hacer algo porque no hay plata que me aguante todo esto. No puedo salir a la calle, no me puedo asolear, tengo una depresión muy grande, estoy destrozada sicológica, moral y económicamente con esto porque ella me dañó las facciones de la cara. Las facciones de mi cara ahora son muy raras, estoy muy endeudada, yo quiero que esa señora me ayude porque es mucha la plata que ya he gastado”, dijo la afectada.
Hasta ahora la pareja de esposos no ha colocado ninguna denuncia al respecto porque se han dedicado a la recuperación de Flor, y además porque según ellos, desconocían el paradero de la esteticista, y si se encontraba aún realizando estas prácticas.
“Hasta hace algunos días vimos un informe en los medios sobre los daños que ha hecho a otras personas y nos dimos en la tarea de averiguar y lograr ubicarla. Además, su nombre no figura en los recibos, sino una muchacha Leidy. Por el momento no he hablado con ella porque es posible que no podamos llegar a ningún acuerdo para que me reconozca y responda por los daños causados. Si no es posible se acudirá a las vías legales”, manifestó Flor María.
La tolimense asegura que no solo ella fue afectada con los procedimientos realizados por la Unidad de Estética Integral Cuerpo y Piel.
“Hay otras personas también, pero creo que la más afectada soy yo. Me quise unir con algunas de ellas para que nos pusiéramos de acuerdo a ver qué hacíamos, hay unas que no le pusieron mucho interés, hay otra señora que está muy enferma pero no tiene plata ni para ir a un médico”.
Hace mes y medio fue la última vez que Flor se sometió a una intervención quirúrgica pues presentaba mucha inflamación en el rostro. Su recuperación es muy lenta y las cicatrices le recuerdan la terrible situación que ha tenido que soportar. Debe continuar en tratamiento de por vida, según le ha dicho el especialista, ya que los daños causados por la sustancia que le aplicaron en el rostro se reactivan.
Además del daño físico, Flor debe lidiar también con el daño moral, familiar, económico, emocional, y la baja autoestima que le ha causado las reacciones negativas del tratamiento estético.
“UNA MALA PUBLICIDAD”
Nubia Perdomo, administradora del Spa Ressort Cuerpo y Piel, en comunicación con el Diario LA NACIÓN, aseguró que desconoce el caso de Flor María Córdoba y que todo se trata de una campaña de desprestigio en su contra.
“Esa persona tiene que comprobar lo que está diciendo porque lo que me están haciendo es una mala imagen, no tengo ni media idea de quién sea esta señora. Segundo, una persona presenta infección en los primeros 8 días después de un procedimiento. Tercero, algunas personas están dedicadas a hacerme mala imagen por una persona que tiene una demanda contra mí por una cola y ella está pidiendo por redes sociales que la gente se reúna para que también me demanden, están haciéndome toda una campaña de desprestigio”, manifestó la esteticista.
Indicó que no es normal que en varios años, la que se dice afectada, nunca la haya buscado para informarle su situación.
“Si eso es verdad por qué la señora nunca ha venido a buscarme, nunca se ha manifestado, no la conozco, yo con una situación de esas yo voy y le comento a quien me práctico el tratamiento lo que salió mal. Cuerpo y Piel nació aquí en la región hace 17 años como se puede verificar en Cámara y Comercio, y nunca se ha perdido, siempre hemos tenido página web, siempre ha sido el mismo número telefónico y siempre hemos hecho la publicidad. Si tienen pruebas suficientes de que fui yo quien le realizó ese procedimiento, si le hice algún daño a alguien por qué no ha venido a hablar conmigo a buscar una solución, alguien que se aparece de la noche a la mañana a decir miles de cosas, es poco creíble.”
Perdomo dijo que en el año 2010 se conformó en la ciudad de Neiva la Spa Ressort donde se realiza solo la parte de relajación. “La gente viene, conoce el spa y sabe del trabajo que se hace aquí, somos muy conocidos en la región”.
El caso de la cola
El caso de Flor María Córdoba no es el único que se conoce sobre un mal procedimiento realizado, al parecer, por Nubia Perdomo. En el mes de febrero del 2017, una ciudadana neivana, de 63 años de edad, hizo pública a través de Diario LA NACIÓN una denuncia sobre las graves complicaciones que sufrió en sus glúteos por un procedimiento estético que le hizo la propietaria de Cuerpo y Piel hace 10 años, en el 2008.
Según la afectada, le implantaron supuestamente una cantidad considerable de ácido hialurónico en sus glúteos, que acabó siendo realmente silicona líquida. Lo mismo que le inyectaron a Flor María en Melgar. Enseguida, toda esta zona del cuerpo se le enrojeció y presentó dolor y endurecimiento. Después de varios años de padecer estas consecuencias y confiar en que la esteticista le recuperaría el daño con masajes y cremas, la mujer por consejo de sus hijos decidió acudir a un médico y hacer la denuncia por daños y perjuicios. Tuvo que asumir el costo de aproximadamente 7 millones del tratamiento para retirarse los implantes de silicona de su cola.
La Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica recuerda que este tipo de procedimientos son de mucho cuidado y deben realizarse con productos de alta calidad y que el cuerpo sea capaz de reabsorber. Recalcó que un mal procedimiento puede ser muy peligroso e incluso puede ocasionar la muerte de una persona.
La mujer asegura que Cuerpo y Piel le aplicó la sustancia en el rostro que luego le produjo reacciones negativas.
Publicidad y recibos de pago que conserva Flor María.
La afectada se ha tenido que someter a varias cirugías para recuperar el estado normal de su rostro y a tratamientos para eliminar la infección.
Resultado de examen de tejidos blandos, donde aparece que lo que tiene Flor María en el rostro es silicona líquida y en aceite.
El tratamiento al que debe someterse ahora Flor María es largo.