La inminente puesta en marcha del nuevo peaje a las afueras de Hobo, en la carretera que comunica a Neiva con el centro y sur del Huila, ‘disparó’ las voces de malestar. A los reclamos de conductores, indígenas y sindicatos se suman ahora los pescadores de la región. Se alistan movilizaciones para febrero. El Huila quedaría a partir de julio con cinco peajes.
Hernán Guillermo Galindo M
hernan.galindo@lanacion.com.co
El peaje de Hobo (sector de Laberinto entre Hobo y Gigante) se espera que inicie operaciones en julio de este año, una vez se entregue la Unidad Funcional 2, que corresponde al tramo Campoalegre-Gigante, por parte de la Concesionaria Ruta al Sur.
El proyecto tiene una longitud total de 456 km, y la Unidad Funcional 2 (Campoalegre-Gigante) abarca 50,6 km. Las obras incluyen la rehabilitación de la vía existente, la construcción de un tercer carril de 4,1 km y una variante en los municipios de Campoalegre y Hobo, con una longitud de 8,3 km.
Una vez entre en funcionamiento este nuevo peaje en el sector de Pescador o Laberinto, en la vía Hobo-Gigante, serán cinco los peajes en operación en el Huila, todos ubicados a menos de 120 kilómetros de distancia entre sí.
Los cinco peajes serán: El Patá, (en Aipe, límites con el Tolima); Neiva (en la entrada a la ciudad), Los Cauchos (en la vía Neiva-Campoalegre, a 25,8 km), Pescador (entre Hobo y Gigante, a 63,7 km) y Altamira (a 137,3 km).
Este nuevo peaje ha generado diversas manifestaciones de inconformidad entre los sectores productivos, especialmente entre quienes deben transitar a diario por la zona.
Los afectados
Los trabajadores del río Magdalena y las represas de Betania y El Quimbo, organizados en varias asociaciones, como afectados, aseguran que la implementación de este peaje podría elevar los costos operativos, dificultando aún más la supervivencia de muchas familias que dependen de la pesca como su principal fuente de ingresos.
Fernando Gómez, representante de las asociaciones de pescadores en la zona, expresó su desacuerdo con la construcción del nuevo peaje, argumentando que ya existen otros peajes en la región, como el de Campoalegre, y que las carreteras en mal estado no justifican la imposición de más cargas económicas.
“El Estado debería priorizar la mejora de las infraestructuras antes de imponer peajes. La situación para los pescadores será insostenible”, señaló el señor Gómez.
La zona más afectada por este nuevo peaje corresponde a las comunidades que están cerca de la carretera que conecta a Hobo con otros puntos comerciales y pesqueros. Según Gómez, las cuatro asociaciones de pescadores de la región, que reúnen a unos 500 socios, son las que sufrirán directamente la subida de costos. Muchos de estos pescadores, que no solo se dedican a la captura, sino que también transportan sus productos para su comercialización en otros municipios, verán encarecidos sus viajes.
Un día de labor
La jornada laboral de un pescador comienza a las 4 de la mañana y termina cerca de la medianoche, dependiendo de la pesca. Los ingresos varían según las condiciones y la demanda en los mercados, con un promedio de entre 50.000 y 150.000 pesos por día, aunque en varias oportunidades la ganancia apenas cubre los gastos diarios. La producción se mide tanto por la cantidad como por la calidad de los peces capturados.
“El peaje no solo afecta a los pescadores, sino también a quienes hacen parte del transporte de carga, que es fundamental para que nuestros productos lleguen a mercados locales y nacionales”, explicó un pescador de la región, quien además resaltó que ya tienen que enfrentar condiciones de carreteras deterioradas, lo que hace que sus costos de mantenimiento vehicular sean elevados.
Otros sectores
Los conductores que transitan por la ruta 45, a la altura del municipio de Hobo, y que deberán hacer frente al nuevo peaje, también advierten sobre el incremento en los costos. La construcción de esta nueva infraestructura avanza rápidamente.
Algunos habitantes de Hobo y conductores frecuentes han expresado su preocupación por el impacto económico que podría generar el nuevo peaje, especialmente para aquellos que realizan trayectos cotidianos entre las zonas rurales y el casco urbano.
Los indígenas también molestos
Otros sectores, como el Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU), han expresado su firme oposición a la construcción de un nuevo peaje en el kilómetro 45 de la vía Neiva-Pitalito. Según los representantes indígenas, la obra no cuenta con la autorización necesaria y se considera perjudicial para transportadores, campesinos y las comunidades indígenas de la región.
En un pronunciamiento reciente, líderes del CRIHU advirtieron que, si se continúa con la construcción del peaje, tomarán medidas para impedir su funcionamiento. “Si lo construyen de cualquier manera, lo vamos a bajar”, afirmó contundentemente Humberto Tumbe, líder indígena de la región. Además, Tumbe señaló que la propuesta del peaje no cuenta con el respaldo de ningún sector de la población local.
Los líderes del CRIHU indicaron que el nuevo peaje sumaría una carga adicional que afectaría gravemente a las comunidades del sur del Huila, especialmente a los sectores más vulnerables.
El Consejo Regional Indígena reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de las comunidades indígenas y hace un llamado a las autoridades para que reconsideren las decisiones que impactan negativamente el bienestar de la región.

Preparan movilizaciones
Diversos sectores del departamento han anunciado que están en pie de lucha y protesta contra la implementación de nuevos peajes, como el que ya es una realidad en el sector de Laberinto, entre Hobo y Gigante.
Juan Pablo Tovar, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se refirió a las movilizaciones que tienen previstas para febrero, en las que coinciden con el CRIHU. En principio, las movilizaciones buscarán hacer pedagogía y, posteriormente, tomarán acciones de fondo. No se descartan bloqueos viales durante los próximos meses.
El hecho de que ya existan cuatro peajes en el Huila lo considera un despropósito que afecta económicamente al departamento, especialmente cuando entre el de la entrada a Neiva por el norte y los Cauchos en Rivera hay menos de 30 km. Esta situación se agrava aún más, ya que entre el de los Cauchos y el de Laberinto hay menos de 40 kilómetros, y entre Laberinto y Altamira, menos de 50 kilómetros.
“Es decir, que esta nueva medida agravará aún más lo que ya existe, indiscutiblemente, al entrar en vigencia este nuevo peaje. Se encarecerán los costos del transporte, tanto para las personas que tienen vehículo como para quienes se movilizan en transporte intermunicipal. Obviamente, esto tendrá graves afectaciones tanto para los trabajadores como para los sectores más vulnerables y, en general, para la economía del departamento”, expresó.
El dirigente sindical considera que esta situación también representa una amenaza para el potencial turístico del departamento. “Entonces, a partir de ese análisis, con los compañeros del CRIHU, que el año pasado hicieron un ejercicio de pedagogía y exigencia, decidimos convocar movilizaciones”, añadió.
Finalmente, sostuvo que, al elevarse los costos del transporte, esto afectaría las tarifas de otros destinos turísticos, haciendo que el Huila pierda competitividad. “Creo que es el momento oportuno; hay un debate nacional y, de hecho, se espera en el Congreso un debate sobre las nuevas tarifas para los peajes”, agregó.
Aunque inicialmente habían determinado realizar las movilizaciones en la primera semana de febrero, están a la espera de la confirmación de líderes del orden nacional para dar a conocer la “hora cero”, concluyó.
“Hay que establecer tarifas diferenciales”
El alcalde de Gigante, Josué Manrique Murcia, se refirió al nuevo peaje en Hobo y pidió una tarifa diferencial para los residentes de las zonas aledañas al peaje y también para los turistas que visitan el municipio los fines de semana, con el fin de no afectar este sector de la economía.
“Quiero manifestar que, si bien las obras de infraestructura desarrolladas para el sur del país son benéficas para el desarrollo económico de la región, es importante también tener en cuenta que no se afecten otras economías, como la de Gigante, que se está desarrollando en el ámbito turístico”, señaló el mandatario.
Recientemente, la afluencia de turistas a nivel nacional ha aumentado considerablemente, y este tipo de peajes, según el mandatario, podría ahuyentar la presencia de turistas. Por ello, considera que se deben tomar medidas al respecto.
“Una de las propuestas que hago para evitar que se afecte la economía y el comercio es establecer tarifas diferenciales. De esta manera, no se perjudicaría a la gente de la región, como tener tarifas reducidas para los habitantes de la zona”, expresó el alcalde Josué Manrique.
Añadió que otra medida importante sería implementar tarifas diferenciales durante los sábados, domingos y festivos, para que el turismo se mantenga activo y la economía turística siga creciendo. “Creo que estas son las condiciones más importantes a tener en cuenta en este proceso”, puntualizó el gobernante de los giganteños.