La Nación
“Nunca me le entregué a la enfermedad” 1 25 abril, 2024
NEIVA

“Nunca me le entregué a la enfermedad”

Luego de salir victoriosa, Eliana Constanza Thola Durán narró detalles de cómo vivió su proceso contra el cáncer de seno. Advierte que si esta enfermedad se detecta a tiempo, tiene solución.

 

Carolina Argüello Cruz

Comunidad@lanacion.com.co

 

Octubre es conocido como el ‘mes rosa’ pues se celebra la Lucha contra el cáncer de seno y por eso el Diario LA NACIÓN emprendió una campaña de sensibilización para que las personas, especialmente las mujeres, tomemos conciencia de la importancia que tiene practicarse el autoexamen. Especialistas afirman que el cáncer de mama diagnosticado a tiempo, es curable.

Hoy presentamos la historia de vida de Eliana Constanza Thola Durán, quien hace siete años fue sorprendida por una masa en su seno izquierdo, a pesar de ser diagnosticada, nunca perdió la fe, contó con un innegable apoyo familiar y con la fortaleza transmitida por Jesús y María.

Todo comenzó luego de una extensa jornada de trabajo, Eliana llegó a su casa, se duchó y sintió la necesidad de practicarse el autoexamen, había aprendido a realizarse después de que su mamá fuera diagnosticada con cáncer de seno.

“A mi mamá le dio cuando tenía 50 años, a nosotros nos dijeron que debíamos tener cuidados especiales después de los 40. Nos enseñaron a hacernos el autoexamen, pero no me lo había hecho con juicio últimamente y ese día decidí hacérmelo. Me paré frente al espejo y me encontré una bolita, yo estaba como muy tranquila, pero mi mamá muy acelerada y me dijo que fuera rápido a hacerme el examen. Me sacó la cita en la Liga Contra el Cáncer y me mandé a hacer una ecografía mamaria con el doctor Espinel, una eminencia que Dios puso en mi camino”.

Una vez realizado, le dijo que efectivamente lo que había sentido era una bolita, pero de grasa y que no registraba nada raro.

“Al final, me dice que en la parte baja de mi seno izquierdo encontró algo que no se veía malo, pero tampoco muy normal, así que para tranquilidad me ordenaba una biopsia”.

Eliana tenía 37 años de edad, un esposo y tres hijos, quienes son su motor. Durante un mes adelantó el proceso con la EPS pasando por el médico general, el ginecólogo e internista. Era el 8 de marzo del 2013 cuando llegaron los resultados.

“Me entregaron mi patología diciéndome que tenía un adenocarcinoma ductal moderadamente infiltrado. Mis hijos tenían 6, 4 y 2 años de edad, respectivamente, estaban muy chiquitos. Toda mi vida he sido una persona que cree mucho en Dios y cuando me entregan ese diagnóstico sentí que una bomba explotaba alrededor y todo desbarataba. Recuerdo que me puse a llorar y le dije al Señor que me cogiera duro de la mano porque sentía que me estaba cayendo en un hueco; que me abriera las puertas de los hospitales para poder recuperarme, y le dije a la Virgen María que me permitiera ser mamá para mis hijos. Fue el único día que lloré”.

La valentía, fortaleza, el amor de Dios y de su familia le permitieron a Eliana mantenerse firme sin perder la fe. Su mamá que ya se había recuperado y ahora hacía parte del grupo de voluntarias de la Liga contra el Cáncer, logró una cita para Eliana con Justo Olaya, un reconocido mastólogo en Neiva, pues con la EPS había agenda hasta el mes de septiembre.

“Yo indagué y llegué con todos los resultados de los exámenes que él me podría solicitar. Yo había leído que por tener línea directa con una persona que hubiese padecido cáncer de seno, tenía el 85% de probabilidad que me diera también en el otro. Así que tomé la decisión radical de quitarme los dos senos”.

Pese a la insistencia del médico de no hacerlo por su edad, ella estuvo todo el tiempo consciente que ya tenía a sus tres hijos y quería, anhelaba y deseaba vivir por y para ellos, estaba segura que esa decisión sería la solución. “Fue lo que se me metió en el corazón que tenía que hacer”.

Fue así como el 13 de abril se practicó la mastectomía radical con reconstrucción, las glándulas mamarias las enviaron a patología y en el seno derecho ya tenía células de cáncer que no habían sido detectadas antes.

Días después y a pesar de haber actuado a tiempo, revisaron que uno de los ganglios estaba comprometido y tuvieron que realizarle quimioterapias.

“Mi esposo estuvo conmigo todo el tiempo, me casé con un hombre maravilloso que cuando me dijo en la salud y en la enfermedad, lo cumplió, le daba miedo la sangre, pero era quien me hacía las curaciones de las heridas en mis senos. Eso no lo hace sino el amor guiado por Dios”.

Llevan 18 años de casados, es una pareja que hace parte los Equipos Nuestra Señora y por eso están encaminados bajo el amor de Dios, amándose a su imagen y semejanza.

Fue pasando el tiempo, perdió su cabello, vomitaba hasta por mandar saliva, pero su debilidad física nunca perjudicó su mente. El cáncer no fue un obstáculo para continuar con vida, pues tuvo la dicha de celebrarle el cumpleaños que tanto le había prometido a su esposo a pesar de su estado de salud. “Nunca me le entregué a la enfermedad”.

El 20 de enero de 2014, Eliana y su familia recibieron la maravillosa noticia de que el cáncer de seno había sido superado. Hoy acude cada seis meses a controles de rutina, y hace un llamado a las mujeres para que nunca se olviden que a tiempo, todo tiene solución.