Obra social con vocación de servicio

Un indeleble propósito de servicio mantiene la labor social que realiza el Hogar de Paso María y José en Neiva. Un indeleble propósito de servicio mantiene la labor social que realiza el Hogar de Paso María y José en Neiva. Al lugar arriban diariamente personas de escasos recursos que llegan de otras latitudes a la ciudad, acompañando a familiares que reciben tratamientos médicos. LA NACIÓN, NEIVA En una sencilla vivienda cerca al centro de Neiva, el Hogar de Paso María y José brinda hospedaje y alimentación a bajo costo para foráneos que visitan la ciudad, principalmente para acompañar a familiares que reciben atención médica en el Hospital Universitario. La obra está a cargo de Ramiro Zúñiga, un hombre con vocación de servicio, que con un propósito desinteresado socorre a quienes llegan a una urbe desconocida. Al hogar de paso llegan personas de escasos recursos de lugares como Cali, Popayán, Buga, Manizales, Mocoa y Florencia, entre otros, que en medio de una situación difícil encuentran apoyo en necesidades básicas a bajo costo. Según comentó Ramiro Zúñiga, natural de Morales (Cauca), encargado del hogar desde hace tres años, luego de varias visitas al lugar y de tomar el servicio allí prestado, quiso emprender una labor social. “Me hice cargo del Hogar de Paso María y José hace tres años, luego de que vine varias veces con uno de mis hijos al Hospital Universitario de Neiva y al hospedarme me di cuenta que, a pesar que la gente en medio de la necesidad pagaba por el servicio, la trataban muy mal”. “Cuando venía me daba cuenta que había humillación hacia la gente, a los huéspedes les tocaba hacer oficio y muchos se quedaban por fuera porque no tenían modo de pagar; por lo general era gente de fuera del Huila. Hablé con el encargado del hogar y le dije que yo quería hacer una obra social, que si me vendía el mobiliario del hogar para encargarme yo y así fue”, manifestó Zúñiga. Respecto al mantenimiento del lugar, ubicado en la Calle Séptima No 12-74 del barrio Altico, el hombre expresó que básicamente es posible con los recursos de quienes pagan por la estadía y recursos propios. “El hogar se mantiene con lo poco que la gente paga y con recursos personales míos. Tengo una finca agrícola para el lado de Palermo y entre esos dos puntos se mantiene el hogar. Da solo para su mantenimiento, para realizar la obra social, esto no es para usufructuarse”. “A veces uno se cansa de esta labor y dan como ganas de salir de esto, pero uno sigue porque entiende que hay gente que necesita la ayuda y uno lo piensa dos veces para negarse y abandonar esta obra”, enfatizó Ramiro Zúñiga. Foráneos Quienes acuden al hogar son personas provenientes de otras latitudes del país y por precios módicos acceden al servicio. “Acá llega gente de varios lugares del país, de Cali, Popayán, Buga, Manizales, Mocoa, que vienen a hacer tratamiento o a acompañar algún familiar que viene al hospital de Neiva a recibir atención médica”. “Por lo general es gente de escasos recursos. Acá pagan la dormida por un precio de 6.000 pesos y cada comida por 3.000 pesos. Hay mucha gente que no tiene los recursos y a uno le toca ayudarla sin cobrar, porque son muy humildes. Por ejemplo, hay personas que vienen por una semana, se les alarga el tiempo y quedan debiendo”, agregó Zúñiga. Obra Según expresó el encargado del lugar, el sostenimiento del hogar se basa sobre todo en el cumplimiento de un propósito personal de servicio. “Esto es el mantenimiento de una obra social, acá los ingresos son contados y son para la manutención del hogar, he tenido pérdidas en el funcionamiento de este lugar pero sigo ayudando a la gente. Por ejemplo, en una ocasión tuve pérdidas con una entidad llamada Selva Salud del Putumayo, que mandaba pacientes para acá y nunca pagaron el hospedaje que eran tres millones de pesos”. “Nadie apoya esta obra, ni en el orden público ni privado, esto funciona gracias a los recursos propios y a lo que pagan las personas. Hemos tocado puertas en la Gobernación del Huila, a la Alcaldía de Neiva y a otras instituciones pero a nadie importa”, comentó Zúñiga. Horario Respecto al horario de atención, el hombre especificó que el servicio es constante desde que haya cupo en el lugar. “Ahora hay unas ocho personas, hay cupo para 20 y desde que haya espacio recibimos personas las 24 horas. A la hora que llegan o deban salir las personas está disponible el servicio. No recibimos habitantes de calle, recibimos personas que vengan a acompañar a sus parientes, por la seguridad de los huespedes nos toca así. Seguiré hasta cuando la economía me lo permita, porque esto no es fácil. Me he cansado de golpear puertas y no hay apoyo, esto es de voluntad de servicio”, agregó Zúñiga. LA NACIÓN oye a la gente José Magín, proveniente de Popayán: “Estoy acompañando a un familiar de Garzón que está en el Hospital Universitario recibiendo atención en la Unidad de Oncología. Completo más o menos un mes y la verdad ha sido de mucha ayuda, porque la estadía es muy económica, es un servicio muy útil para la gente”. Ernesto Viasus, proveniente de Bogotá: “Me encuentro en Neiva hace 15 días acompañando un hermano que está interno en el hospital de la ciudad. Llegué a este hogar por recomendación de conocidos y ha sido un apoyo muy importante para solventar los distintos gastos de estadía en una ciudad extraña para uno”. Ludivia Ramírez, proveniente de Florencia: “Llevo 10 días en el hogar. Estoy acompañando a mi hija porque se encuentra enferma y está recibiendo ayuda en el hospital. La atención es muy importante y la labor que cumple esta gente es de resaltar, son un verdadero apoyo en estos momentos de crisis”. En el Hogar de Paso María y José, los visitantes acceden a servicios de hospedaje y alimentación a bajo costo.