La Nación
Obras en mal estado en la lupa de la Contraloría  2 29 marzo, 2024
INVESTIGACIÓN

Obras en mal estado en la lupa de la Contraloría 

Aunque la recuperación de las vías fue su principal bandera, el ex gobernador Carlos Julio González y su secretario de Vías, Henry Liscano, fueron vinculados por la Contraloría  en un proceso por falta de mantenimiento rutinario en otros frentes viales.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

El deterioro prematuro de las vías secundarias financiadas con recursos de regalías petroleras volvió a quedar en el ojo del huracán.

Esta vez, la lupa se puso en la vía Gigante-Zuluaga-Garzón, en una zona extraordinaria de producción cafetera, cuya reciente pavimentación registra averías tempranas.

El proyecto fue formulado durante la administración de Carlos Mauricio Iriarte en el año 2013, su ejecución inició en el año 2014 y concluyó en el 2016. El contrato actualmente se encuentra liquidado.

Sin embargo, por falta de mantenimiento, la Contraloría General de la República, abrió un proceso de responsabilidad fiscal y ordenó la vinculación inicial del ex gobernador Carlos Julio González; de su secretario de Vías, Henry Liscano (hoy gerente de Empitalito), de los contratistas, el consorcio interventor y las aseguradoras.

La apertura fue ordenada mediante Auto No. 312  por la Gerencia Colegiada con radicación PRF-801112-2020-36887.

El contrato

La obra hizo parte de un proyecto de recuperación de las vías secundarias en el centro del Huila, con una inversión superior a los 12.735 millones de pesos.

El proyecto contemplaba la rehabilitación de la vía Gigante-Silvania; el realce del estribo e instalación de barandas en el puente sobre la quebrada El Pescado; reparación de muro de acompañamiento y realce del puente sobre la quebrada La Honda.

Las obras  en este tramo demandaron inversiones por 3.956 millones de pesos, con un plazo de ejecución de siete meses, a partir de la suscripción del acta de inicio firmada el 18 de diciembre de 2014.

El contrato fue liquidado, sin objeciones, el 2 de septiembre de 2016. Sin embargo, meses después la vía comenzó a registrar un deterioro prematuro. Las demás obras no tuvieron reparos.

Obras en mal estado en la lupa de la Contraloría  8 29 marzo, 2024

Nuevos hallazgos

“A lo largo de la vía se constató la falta mantenimiento periódico, especialmente en lo referente a la rocería y limpieza de cunetas y alcantarillas, provocando que las aguas lluvias de manera permanente evacuen por sobre la calzada y no sobre las obras de drenaje construidas”, reveló un reporte técnico de seguimiento de la inversión.

“Nos encontramos ante una vía que por la falta de mantenimiento, se ha empezado a deteriorar prematuramente, además de la mala calidad del material utilizado, ha generado fisuras de carácter progresivo, lo que ocasiona un amplio desgaste y por ende afecta el tránsito de esta vía”, confirmó la comisión oficial.

Y para rematar, la vía soportó a finales del año pasado (entre octubre y diciembre de 2019) un fuerte impacto al haber sido convertida en una variante obligatoria, por los daños registrados en el sitio Bengala, que presentó la pérdida de la calzada.

El incremento del tránsito automotor, incluyendo vehículos de carga, deterioró aún más la frágil infraestructura ocasionando deterioro en la carpeta asfáltica.

La recuperación de las vías fue una de las banderas de las dos últimas administraciones, especialmente, con la construcción de placa-huella en zonas campesinas, tradicionalmente abandonadas. No obstante, la prioridad no fue el mantenimiento rutinario.

Obras en mal estado en la lupa de la Contraloría  9 29 marzo, 2024
La Contraloría encontró un deterioro prematuro.

Falencias

El proyecto ejecutado, según la Contraloría,  no ha cumplido con los fines y objetivos, para el cual fue elaborado.

“Esto constata una ineficiente gestión fiscal, denotando una ausencia de gestión y seguimiento contractual y pos-contractual por parte del Departamento del Huila ante la ausencia total de labores de mantenimiento rutinario necesarios para el normal funcionamiento y conservación de la vía” concluyó.

Lo anterior, acotó, se puede establecer claramente que se ha generado, por un inadecuado seguimiento contractual y post contractual por parte de la Gobernación del Huila, la interventoría y el contratista.

“A pesar de tener en general una buena la calidad de la obra, debido a la carencia de mantenimiento de la vía existen cortos tramos afectados por la presencia de fisuras de carácter progresivo por la presencia de alta humedad y retención de aguas lluvias”, precisó el documento técnico en poder de LA NACIÓN.

No obstante, el organismo fiscalizador afirmó que las fisuras detectadas se habrían producido, aparentemente, por la mala calidad de la obra e indebida aplicación de la mezcla.

 

La alerta

La existencia del presunto daño patrimonial se encuentra sustentada en dos aspectos especialmente, uno de mayor incidencia como es la utilización de una mezcla de menor calidad y la falta de aplicación de la misma, lo que pueden incidir en la fisuras que hoy presenta la vía, que si bien es cierto aún no se genera ninguna adversidad para su tránsito, de no solucionarse a tiempo, estas fisuras van en aumento y generan a futuro un deterioro progresivo que termina con mayor afectación de la vía, ocasionando huecos que terminan por poner en riesgo el tránsito de vehículos por la zona.

“Por estos hechos deben responder el contratista, el interventor y el supervisor del contrato”, precisó.

Sin embargo, el aspecto más relevante ha sido la falta de mantenimiento, como ocurre en esta y en otras vías secundarias y terciarias.

La falta de limpieza de las cunetas, la demora en el retiro de los escombros y las basuras ocasiona un deterioro mayor.  Al llegar los meses de mayor pluviosidad, si el agua no tiene por donde evacuarse, termina colapsando las alcantarillas, cunetas y bermas, lo que puede incidir en derrumbes, daños en la vía y un deterioro mayor”, concluyó el informe técnico.

 

La otra cara

Bajo esta premisa, se tiene que la principal responsabilidad recae sobre la entidad que tiene a su cargo este mantenimiento, como es la Gobernación del Huila, a través de su Secretaría de Vías e Infraestructura.

El secretario de Vías de la pasada administración, Henry Liscano, admitió los reparos, soportados en la falta de recursos para acometer el mantenimiento de las vías secundarias.

“La administración departamental realizaba el mantenimiento rutinario de las vías a su cargo en promedio cuatro meses cada año, sin embargo, durante algún periodo hubo inconvenientes presupuestales motivo por el cual no se realizó la respectiva contratación”

Además, confirmó que en el periodo abril y mayo de 2019, mediante Contrato 715 de 2019 se realizó mantenimiento rutinario en estos tramos viales.

“Teniendo en cuenta que el acta de recibo final se suscribió en enero 30 de 2016, se ha notificado al ingeniero Gustavo Paredes, representante legal del consorcio Gigante, la firma contratista, requiriendo la reparación y arreglo de los daños de la carpeta asfáltica, ya que aún se encuentra vigente la garantía de estabilidad, motivo por el cual también se ha notificado a la empresa aseguradora”, respondió la cartera de vías.

 

Insalvable

“El hecho de no contar con presupuesto para estos mantenimientos, no es justificación suficiente para permitir un deterioro sobre la obra que al final terminaría por afectar a toda una comunidad y aumentar el daño al patrimonio, pues, posteriormente costaría más la recuperación de la vía que el adecuado mantenimiento periódico de la misma.

En el Huila la red vial terciaria, carece de la infraestructura básica, en su mayoría no tiene sistemas de drenaje, y la falta de mantenimiento, los ha convertido en verdaderos caminos de herradura.

La Gerencia Colegiada ordenó la apertura del proceso de responsabilidad fiscal, y dispuso la vinculación preliminar del ex gobernador Carlos Julio González, quien “tenía el deber de realizar seguimiento a los recursos que invirtieron en las obras, a través de la operación, mantenimiento y conservación de las mismas, la cual no fue realizada”.

Igualmente a Henry Liscano Parra, en calidad de supervisor. “Como Secretario de Vías e Infraestructura, no garantizó la sostenibilidad y conservación de la vía a falta de mantenimiento rutinario a la obra ejecutada, así mismo no vigiló la correcta ejecución del contrato de obra”.

Adicionalmente vinculó a los socios del consorcio Gigante, encargado de la obra civil y al consorcio encargado de la interventoría.

El contralor Provincial, Duber Antonio Sánchez fue designado para sustancie la actuación, escuche en versión libre y espontánea a los presuntos responsables fiscales vinculados y practique los medios de prueba que considere pertinentes.

Los vinculados serán llamados a rendir una versión libre y luego de evaluadas las pruebas se decidirá si se abre formalmente el proceso de responsabilidad fiscal.