La Nación
Ojo… 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Ojo…

Francisco Argüello

 

No me cuenten películas. Quienes atacaron a Neiva en la noche del sábado no son manifestantes ni opositores a la reforma tributaria. Son vándalos, delincuentes que se aprovecharon de la movilización de los ciudadanos de bien para infiltrarse y atacar la sede de Bancolombia, sobre la Carrera 21, sin asomo de vergüenza. O los que lanzaron piedras contra una panadería, o los que destrozaron las estaciones de gasolina a la salida de Neiva hacia Bogotá.

Conozco a críticos de la reforma tributaria (por fortuna Duque ya la retiró), tengo amigos y colegas de izquierda fantásticos que no solo promovieron si no que participaron en las movilizaciones de la semana, pero jamás serían capaces de prenderle fuego a una motocicleta de la Policía, atacar fachadas de empresas privadas o vandalizar a las oficinas de Tránsito en Palermo.

Los delincuentes son tan bestias que en el Día del Trabajo destruyeron gasolineras o la sede de un banco que generan empleo en estos tiempos de incertidumbre donde más de 3 millones de colombianos están desempleados, según el Dane.

Gorky Muñoz y Luis Enrique Dussán deben exigir investigaciones a las autoridades porque los ataques de la capital este fin de semana no son normales. Y nunca se habían visto, al menos que yo recuerde. Por esto, no se asombren si el Esmad se enfrenta a los vándalos (no a los manifestantes de bien), porque no se puede permitir que destruyan lo que esté a su alcance. ¿O no fue vergonzoso cómo tumbaron la estatua de Misael Pastrana Borrero y Diego de Ospina, el fundador de Neiva, sin que ninguna autoridad estuviera presente? Fácilmente- a juzgar por las imágenes- hubieran prendido fuego a la Gobernación y la policía ni apareció.

Por fortuna hay cámaras. Deberían judicializarlos, exponerlos y mostrarle a la ciudad quiénes son los delincuentes que hicieron los destrozos para separarlos de los maestros, las centrales obreras y decenas de estudiantes universitarios que salieron pacíficamente a reclamarle a Duque por su polémica reforma tributaria.

En Neiva hay gente de bien que protesta y marcha, pero no al estilo del vandalismo de otras ciudades. Y si los ciudadanos lo permitimos, quemarán a futuro la Gobernación, la Alcaldía y otras instituciones. Y a falta de plata del Estado por cuenta de la pandemia, no podemos darnos el lujo de reparar o reconstruir lo que está bien.

Nota uno: Ahora dirá Gustavo Petro que Duque retiró la reforma tributaria por las movilizaciones que él promovió y de las que nunca participó, pero hay que ser claros: el ingrediente de estas marchas es que su grueso fue gente que no es ni de izquierda ni derecha, son colombianos de a pie indignados porque les iban a tocar el bolsillo.

Nota dos: De otro lado, que controlen a Luis Alfonso España, uno de los asesores más cercanos a Luis Enrique Dussán, porque se está entrometiendo en las elecciones de El Agrado, según se quejan algunos conservadores. Debería ocuparse de trabajar por la Gobernación y dejar a sus pobladores en libertad de escoger al que se les dé la gana.