La Nación
Ojo con los pensamientos limitantes 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS

Ojo con los pensamientos limitantes

¿Vives a merced de pensamientos que limitan y condicionan el logro de tus objetivos?

El sistema de creencias regula el comportamiento de los individuos, en función de  variables culturales y de contexto en el que se desarrollan. Si bien existen personas con un sentido positivo de sí mismas, dispuestas a alcanzar sus  objetivos y a transformar las dificultades en oportunidades de aprendizaje, también hay quienes se aferran a creencias limitantes que obstaculizan las áreas básicas de la existencia.

Sí, son muchas las personas, quizá más de las que nos pudiésemos llegar a imaginar, que a lo largo de la vida son cautivas de un sistema de creencias autolimitantes y pensamientos internos que frenan de forma categórica su crecimiento personal.  Tan nocivo patrón mental se constituye en impedimento para avanzar hacia la consecución de metas y aspiraciones, al extremo de resignarse a vivir una realidad que les imposibilita progresar y llevar a feliz término sus planes de vida.

Me siento incapaz. Decididamente no lo voy a lograr. No sirvo para esto. Dejémoslo así. Esas y otras muchas creencias que  damos por sentadas y se reafirman en nuestra mente, pero que por sí solas no se ajustan a la verdad, son verdaderas talanqueras que bloquean y reprimen no solo el desarrollo de nuestro máximo potencial, sino también nuestro bienestar emocional. Ya lo decía la escritora estadounidense Louise Hay: «Si aceptas una creencia limitante, se convertirá en una verdad para tu vida».

Vigilemos esas barreras mentales que a menudo se enquistan en nuestros sentidos, y si bien no resulta fácil, es imperioso trabajar para acallarlas, desactivarlas y controlar esa voz interior negativa que tanto daño hace a nuestro ser. Por lo pronto, los invito para que atendamos la atinada recomendación del gran Mahatma Gandhi: «Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino».