La Zona Franca Surcolombiana es la única existente en el sur de Colombia. 12 años lleva en operación, es de carácter permanente y todos sus accionistas son privados. Actualmente, cuenta con un capital social de $9.600.000.000, contiene cerca de 60 hectáreas y al momento están presentes 13 empresas.
La noticia de la solicitud de acabar la Zona Franca significa realmente el retiro del régimen franco para convertirla en un nuevo parque industrial. Esta Zona Franca le quedan aún 5 años de permiso, en donde durante el tiempo de vida han cumplido con todos los compromisos.
Es necesario hacer un análisis integral sobre la Zona Franca. ¿Por qué no ha podido despegar? ¿A qué tipo de empresas les resulta más atractiva? ¿Es bueno o malo el retiro del régimen franco, no para los accionistas, sino para Neiva, Palermo, el Huila y Colombia? ¿Qué hacer ahora?
Entendible la posición de los accionistas cuando ha venido dando pérdidas, pero diferente debe ser la evaluación a realizar desde el Estado y con una visión regional. El régimen franco genera unos beneficios tributarios que ayuda al emprendimiento, a aquel emprendedor nuevo con proyección de exportación o importación. El retiro del régimen pone inicialmente en riesgo los cerca de 60 empleos actuales, incluyendo los que corresponden a los usuarios calificados (empresas) como al operador (administración). ¿Las empresas actuales continuarán en el nuevo parque industrial?
Por el contrario, considero es momento de darle el verdadero valor a la Zona Franca, fortalecerla y ayudarla, de una vez por todas, a desarrollarse. Es una oportunidad que en el Huila haya una Zona Franca. Son aproximadamente 180 lotes que se pueden convertir en 180 empresas, lo que representaría una rentabilidad social enorme en generación de empleo, cuando lo más urgente es buscar alternativas para dar oportunidades a la ciudadanía. Desarrollar la Zona Franca es principalmente empleo para los Huilenses, pero sobre todo para las y los neivanos. Además, de ser una plataforma para el comercio internacional y una vitrina para nuestro departamento.
No la dejemos acabar. Propongo se evalúe la posibilidad de que la Alcaldía de Neiva y la Gobernación del Huila compre acciones en la Zona Franca que ayude a capitalizarla. Una Zona Franca puede ser un buen negocio desde el punto de vista inmobiliario, administraciones, costos de trámites para exportar o importar, etc. Incluso, podría convertirse en un nuevo activo para el departamento y el municipio, donde con buena gestión comercial, participación en rondas internacionales, ayuda integral al emprendedor para exportar o importar puede generar utilidades.
Desde una visión estratégica a mediano y largo plazo, nuevas utilidades que podrían contribuir a compensar los ingresos de las regalías en 12 años. Invito a pensar entonces en la solicitud de prórroga al permiso ante el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con un nuevo y mejor Plan Maestro de Desarrollo.
Al ministro Ocampo y al director de la DIAN les digo: No puede decidirse acabar las zonas donde no exporten; no solo es exportación, valoren también los emprendimientos de importación, protegiendo, por supuesto, la economía nacional. Finalmente, frente a la Zona Franca, el éxito estará en hacer viables los negocios y en mejorar la conectividad vial. ¡Ojo, la Zona Franca es empleo!