La Nación
COLUMNISTAS

Oportunidades para el huila (iii)

Es necesario mirar el Huila con “ojo clínico” (“to be very sharp-eyed”) para reconocer las oportunidades que se nos ofrecen.

Nos ha faltado emprendimiento, esto es cierto, y decisión estratégica para aprovechar las ventajas territoriales y localización geográfica. Quizá por considerarlas superadas u olvidadas ellas continúan vigentes e inexploradas.

Hacer parte del gran Macizo de cordilleras, bosques, ecosistemas estratégicos y fuentes hídricas: energía múltiple y diversa, para la vida del Planeta. Todas reconocidas y también explotadas por foráneos.

Por ejemplo, aceptar que la especial conformación bioespacial y topográfica del Alto Magdalena, donde nació la vida según fuentes ancestrales y que fue punto de encuentro de variadas civilizaciones, tiene forma de cuenco; esto quiere decir que todas las corrientes hidrográficas escurren al Rio Grande.

En no más de 19.890 km2 que representan el 1.74% de la superficie total del país habitan alrededor de 1 millón de almas, según el DANE.

Además, Huila receptor de megaproyectos energéticos, sobrevive con altas tasas de desempleo, pobreza extrema, esquizofrenia recurrente, el más alto número de moto-taxistas y motociclistas de Suramérica, con micro-centrales hidroeléctricas (chinas) y fuentes energéticas de toda naturaleza.

Por su similitud geodésica con el África, el Huila es un territorio donde pueden prosperar patologías y oportunidades compartidas: meningitis bacteriana, chikunguña, caracol gigante, boas, escorpiones, peces como la tilapia, insectos y otras plantas, etc.

Es la oportunidad para que múltiples naciones que deseen experimentar los efectos del cambio climático (en directo) puedan tener experiencias cercanas y posibles aquí.

Mensaje Alternativo: Urgente replantear el enfoque de competitividad que hasta ahora se ha desarrollado incluidas las inocentes apuestas productivas que se escribieron en 2005, sin considerar el modelo económico internacional (librecambista) y el avasallamiento de los mercados, para lo cual se requieren profundas reformas educativas.