La fuerte caída de los precios del petróleo desde mediados del año pasado tendrá graves repercusiones en las regiones y golpeará con mayor rigor a las zonas productoras. Los efectos generados por el derrumbe de las cotizaciones internacionales van más allá del ajuste macroeconómico que acaba de notificar el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. El principal reto en este campo será mantener los niveles de producción, en un entorno de bajos precios, altos costos y poca rentabilidad.
El desplome de los precios no es de poca monta. La reducción superior al 50% lo que golpea seriamente los excedentes de las multinacionales, dedicadas a proyectos de exploración. Esa menor capacidad de invertir en exploración, unida a bajos incentivos para hacerlo, se traducirá en una menor capacidad productiva en el futuro próximo, lo que resulta particularmente preocupante teniendo en cuenta que las proyecciones de la producción petrolera y las reservas de crudo en Colombia no son nada promisorias.
Aunque las metas del gobierno, contenidas en el Marco Fiscal del Mediano Plazo, suponen una producción de un millón de barriles diarios en los próximos años, esas proyecciones, según analistas, están desfasadas a la luz de la coyuntura de bajos precios.
Las estimaciones de Fedesarrollo sugieren que la producción empezaría a declinar el año entrante por debajo del millón de barriles diarios. La Asociación Colombiana de Petróleo, el gremio que agrupa a las principales empresas operadoras del sector, estima que con las condiciones actuales la producción ascendería a 785.000 en 2018.
La actividad exploratoria quedó virtualmente paralizada. La perforación de pozos registró igualmente una sensible reducción. Este año la inversión en exploración y producción se redujo en un 28% lo que implicó aplazar proyectos, reducir gastos operativos y despedir personal.
La industria petrolera dejó de invertir US1.830 millones. La mayor reducción se presentó en exploración con una cifra de US730 millones menos invertidos. Esta disminución se vio reflejada en el 74% menos de pozos exploratorios, 20% menos en kilómetros de sísmica total y 75% menos de sísmica en tierra firme. La producción se redujo 30% en pozos de desarrollo según los reportes de las empresas. Pero lo más alarmante: este año las inversiones se redujeron 74%. En el caso del Huila, estos resultados son altamente preocupantes. Con sus campos maduros, en acelerada declinación y sin nuevos descubrimientos, el panorama regional es oscuro.
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“Con sus campos maduros, en acelerada declinación y sin nuevos descubrimientos, el panorama regional es oscuro”.
EDITORIALITO
La imprudencia de conductores y el exceso de velocidad siguen dejando víctimas y causando inmenso dolor en familias huilenses. El accidente en ‘Trapichito’ en plena Navidad, una verdadera tragedia provocada por un conductor que invadió el carril y le segó la vida a María Piedad Osorio Cortés y a su joven hija Lucía Pulido Osorio. Lamentable. Nos unimos al dolor que embarga a su familia. Sentidas condolencias.