No obstante que la candidatura de Misael Pastrana Borrero y su posterior mandato presidencial juntaron a la mayoría de periodistas del Huila, el acuerdo bipartidista entre comunicadores se rompió en el año 1974. Hicieron oposición los periodistas en filas del MRL -Movimiento Revolucionario Liberal-.
Olmedo Polanco
Irónicamente, un militar sentenció el final de la guerra verbal. El obispo estuvo del lado del coronel. La gobernadora ‘les había echado la Policía’. En la Novena Brigada del Ejército en Neiva acordaron ‘bajarle el vapor’ a las palabras.
Como si fueran niños regañados de escuela, los periodistas que habían ‘tomado los micrófonos’ para emitir insultos proselitistas al aire, debieron presentarse -sin acudientes- en el comando del Ejército en la capital del Huila. Ernesto Durán Cordovez ‘les hizo pistola’ y no asistió. Le decían ‘Mister Moto’ y dirigía un radioperiódico en la emisora Radio Neiva, que empezaba al medio día y se proyectaba hasta las dos de la tarde, de lunes a viernes. “Yo tampoco estuve en la dichosa reunión”, me ha dicho Fenner Cleves Cuéllar, que me apoyó en las remembranzas.
El coronel Miguel Vega Uribe llamó a la cordura y a las responsabilidades ética y social. “Los medios de comunicación son de una inmensa trascendencia en la vida de la comunidad, en esta época moderna del transistor”. El oficial prosiguió: “…porque el criterio con que se utilicen va a incidir profundamente en las actitudes de la comunidad”. (Academia Huilense de Historia. Hemeroteca. Diario del Huila. Llamamiento a la cordura verbal. Neiva, viernes 6 de diciembre de 1974. Pág. 1).
Monseñor Rafael Sarmiento Peralta, obispo de la Diócesis de Neiva, intervino como ‘segundo al mando’. “La violencia engendra violencia y la verbal, como dice Pablo VI, puede engendrar la física”, dijo complementando al poder militar. (Op. Cit. Pág. 8).
Olga Duque de Ospina, gobernadora del Huila, exigió al gobierno nacional su intervención en la que llamó “batalla campal” entre periodistas. (AHH. Hemeroteca. Diario del Huila. La gobernadora pidió investigar los desmanes de las emisoras locales. Neiva, jueves 28 de noviembre de 1974. Primera página).
Pelea de compadres
Paradójicamente, la radio no tiene memoria de sí misma. Raras veces dejó archivos sonoros de sus rutinas periodísticas. Por lo anterior, he tenido que acudir a la memoria de la recepción.
Carlos Tobar es economista y para la época de las confrontaciones entre periodistas militaba en el Movimiento Independiente Revolucionario -MOIR-. “Había periodistas diletantes que militaban en los partidos liberal y conservador, y defendían las hegemonías frente nacionalistas”. Según Tobar, “Las prácticas políticas en Neiva aún exponían las secuelas de la vieja confrontación bipartidista originada en la violencia de los años 50”. Afirma que en los discursos de los radioperiódicos se percibían algunas confrontaciones radicales, muy rudimentarias, que enfrentaban intereses burocráticos y provocaban disputas por la paridad política en los cargos del Estado, herencia del Frente Nacional.
Jaime Ucrós García comandaba la resistencia al Frente Nacional y enfrentaba al bipartidismo desde las franjas informativas de la radio. Le acompañaban: Diego Omar Muñoz Piedrahita, Fabio Arce Luna y Raúl Trujillo. “El intelectual de ese combo era Diego Omar”, me sugiere Carlos Tobar.
El ingeniero Julio Bahamón Vanegas, dirigió una carta a Ernesto Durán Cordovez, director de Radio Neiva; para afirmar lo siguiente: “He venido escuchando con sorpresa y preocupación una serie de amenazas proferidas (…) de un decadente movimiento liberal, contra distinguidos elementos de la política y de la sociedad huilense”. La misiva fechada el 16 de noviembre de 1974 indicaba que Guillermo Plazas Alcid, dirigente liberal, habría incitado a la confrontación ideológica en discurso pronunciado en la región de ‘Papagayo’
El médico Hernando Liévano Perdomo había ‘aventado’ a la emisora Radio Surcolombiana ante el Ministerio de Comunicaciones. A través de un mensaje telegráfico, remitido el 25 de septiembre de 1974, le recordó al ministro Jaime García Parra, que la radiodifusora había sido “…montada con dineros del Estado” y recalcó que “…fueron sus propósitos iniciales netamente culturales…”. Liévano culpó al noticiero de la radiodifusora Surcolombiana de hacer “…clara y abierta intromisión en la política de los partidos tradicionales, apoyando y atizando un grupo liberal para enfrentarlo al gobierno seccional…”. El galeno remató el mensaje con el siguiente juicio de valor: “…faltando así, contra el querer de la opinión pública, a sus nobles y edificantes objetivos”.

Les cayó el Ministerio de Comunicaciones
Durante la primera semana de octubre de 1974, una comisión del Ministerio de Comunicaciones visitó las emisoras del Huila.
Según Diario del Huila, impreso fundado por la ideología conservadora en Neiva: “Los visitadores han estado grabando comentarios editoriales, no ‘humorísticos’, noticias tendenciosas y sueltos -con intenciones políticas, y, en general, el material radiodifundido…”. El medio impreso alertó sobre la práctica periodística de algunos noticiarios que no generaban archivos sonoros ni documentales de sus emisiones “…exigidas por el Ministerio de Comunicaciones una vez que se pasan en cintas grabadas que luego son borradas sin que quede de ellas señal alguna…” (AHH. Hemeroteca. Diario del Huila. Visitadores de Mincomunicaciones investigan emisoras de Neiva. P.1).
La comisión del Ministerio amplió su visita hasta los municipios de Garzón, Pitalito y San Agustín, con el fin de hacer seguimiento a las normas que deberían cumplir las emisoras: Radio Garzón, Radio Sur y Radio Atalaya Agustiniana.
Prensa y radio como trincheras
Hasta el año 1975, los conflictos políticos provocaron palabras al aire y tinta impresa en los medios periodísticos locales.
A través de la proposición No. 78, emitida el viernes 21 de noviembre del año antes mencionado, el Concejo de Neiva protestó y condenó “…los ataques verbales contra reconocidos dirigentes políticos…”. La corporación señalaba de los desmanes a periodistas de Radio Colosal, “…en flagrante violación de las normas de radiodifusión”. Los cabildantes salieron en defensa de los dirigentes: José Domingo Liévano, Ernesto Durán Cordovez, Julio Bahamón Puyo y Jaime Afanador Tovar.
Los ediles creían ‘a pie juntillas’ que el Ministerio de Comunicaciones debía sancionar a la Emisora Colosal, porque los representantes de la política tradicional en Huila eran “…objeto de los agravios más viles en la radio huilense (…) y evitar que continúe ese atentado contra la honra de las personas”. La proposición estaba firmada por los concejales: Félix Trujillo Trujillo, Hernando Liévano Perdomo, Nelson Sánchez, Mario Medina Álzate, Efraín Manchola y Henry Calderón Ramírez.
Como “exagerado sectarismo partidista”, calificaron las directivas del Instituto Colombiano de Seguros Sociales en la capital del Huila, las actuaciones de un periodista al servicio de Radio Colosal y el diario capitalino ‘El Siglo’, de ideología conservadora. (Comunicado oficial No. 001. Neiva, 24 de noviembre de 1975). Las autoridades de sanidad argumentaron que “Mediante carta circular 0345 de octubre 6 del año en curso, (…) fuimos citados para participar en la primera reunión nacional de gerentes, secretarios generales y jefes médicos de todas las cajas u oficinas seccionales del ICSS…”. La invitación estaba firmada por el doctor Gerardo Bernal Castaño, secretario del consejo directivo del ICSS. El evento se celebró en Villavicencio (Meta), del 16 al 19 del mes arriba señalado. En Neiva, habían quedado “…encargados de la administración y la asistencia médico-hospitalaria de esta oficina seccional, los doctores: Hernando Santos Rodríguez, José Ignacio Herrera Molina y Ernesto Antonio Piedrahita Hermida; coordinadores médico, odontológico y director de la Clínica Federico Lleras Acosta…”.
Los profesionales de la salud informaron del asunto al Ministerio de Comunicaciones, por lo que calificaron como “…reiterada difusión de tan abusivo, absurdo y mentiroso comentario sobre nuestro viaje oficial al Meta…”.
Apague y vámonos
Aunque en la reunión desarrollada en la Novena Brigada del Ejército en Neiva, el Coronel Vega Uribe no precisó detalles sobre las actuaciones de los periodistas, llamó la atención sobre la calidad de los lenguajes impresos en los periódicos y emitidos a través de la radio. “En ningún momento mis palabras van para coartar el derecho de ustedes a expresarse libremente”, les dijo antes de que ‘rompieran filas’: Fermin Segura Trujillo, Gilberto Vargas Motta, Alberto Vargas Mesa, Fernando Segura Rojas, Pedro Supelano, Liberio Jiménez, Samuel Sánchez Camargo, Edgar Artunduaga Sánchez, Jorge Parga Vanegas, Marlio Salazar, Fabio Echeverri Campusano, Dario Silva Silva, Jorge Hermosa Vargas, María Cristina de Diaz, José Israel Charry Calderón y Delimiro Moreno; representantes de los medios de comunicación en el Huila. (AHH. Hemeroteca. Op.Cit.).
En cambio, el Círculo de Periodistas del Huila había estado firme durante la celebración el décimo aniversario de su fundación al momento de fijar un ‘escudo de oro’ en la solapa izquierda del saco de Rafael Azuero Manchola, “…con motivo de su exaltación al cargo de primer Designado a la Presidencia de la República”. (Pregón del Huila. Escudo de oro impondrán los periodistas del Huila al designado. Neiva, 9 de febrero de 1973. Pág. 1).