A menos de ocho días del fin de su pontificado, Benedicto XVI también designó obispos en Argentina y Brasil. En tanto, surgen nuevas versiones de escándalos. A menos de ocho días del fin de su pontificado, Benedicto XVI también designó obispos en Argentina y Brasil. En tanto, surgen nuevas versiones de escándalos. CIUDAD DEL VATICANO, AFP El Papa Benedicto XVI, cuyo papado termina dentro de una semana, nombró a varios obispos para Brasil y Argentina, y creó antes de su retiro un vicariato en Colombia, indicó ayer jueves la oficina de prensa del Vaticano. Benedicto XVI aceptó la renuncia del arzobispo argentino de Resistencia y designó al religioso Ramón Alfredo Dus, quien ejercía desde el 2008 como obispo de Reconquista. Además, entre las últimas decisiones de su pontificado, iniciado en el 2005, Benedicto XVI dividió en Colombia el Vicariato Apostólico de San Vicente-Puerto Leguízamo, entre los departamentos de Caquetá y Putumayo, y creó el Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, en la misma jurisdicción. El Papa designó al religioso colombiano Joaquín Humberto Pinzón Güiza, superior regional de los Padres de la Consolata de Colombia-Ecuador, como primer vicario y le asignó el título de Obispo de Ottocio. Pinzón Güiza, de 43 años, formado en Filosofía, fue misionero en Mozambique y estudió en el Pontificio Bíblico de Roma. El nuevo vicariato, con 84.000 católicos y una superficie de 31.000 kilómetros cuadrados, comprende los municipios de Puerto Leguízamo (Putumayo), de Solano (Caquetá), y se extiende a la localidad de Puerto Alegría (Amazonas). El Papa formalizará su renuncia al pontificado en una semana, el próximo 28 de febrero, una decisión inédita que cayó como una ducha fría en algunos católicos, aunque para otros abre esperanzas de cambio y renovación dentro de la Iglesia Católica. Escándalo El diario italiano La Repubblica aseguró ayer jueves que Benedicto XVI decidió su renuncia tras haber recibido un informe ultrasecreto elaborado por tres cardenales, en el que se denuncia una trama de corrupción, sexo y tráfico de influencias en el Vaticano. Según el diario, en una nota firmada por la periodista Concita di Gregorio, el informe, encargado el año pasado por Benedicto XVI a tres cardenales, el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi, tras las filtraciones de documentos confidenciales y conocido como el escándalo Vatileaks, revela un sistema de “chantajes” internos basados en debilidades sexuales y ambiciones personales. El texto, de 300 páginas, que se refiere a un “lobby gay” dentro del Vaticano, fue entregado en diciembre al Pontífice, según la periodista que no aclara como accedió al documento. “Fantasías, invenciones, opiniones”, aseguró el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, tras advertir que no comentará el artículo y que los cardenales involucrados no aceptarán conceder entrevistas. A pocos días de su salida, el Papa hizo varias designaciones en América Latina.