La Nación
¿Para qué una reina popular? 2 28 marzo, 2024
INVESTIGACIÓN

¿Para qué una reina popular?

Un reinado popular sin público, en solitario, sin huéspedes, en pleno pico de la pandemia, desató la tormenta. Decenas de opitas le salieron al paso a la inédita iniciativa. Por ahora, repuntó el NO rotundo. Polémica.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

Solo bastó el anuncio del reinado popular del bambuco virtual en medio de la pandemia, para que las redes estallaran.

Una elección de la reina del pueblo, sin pueblo, sin desfiles, o con desfiles sin público, sin comparsas, pero ante todo sin el calor y sin la esencia propia de la tradición opita, desató la tormenta.

“No vale la pena gastar plata en un concurso que nadie podrá disfrutar y que muy bien se sabe que por medio virtual no va hacer lo mismo”, aseguró Juliana Suárez Monje, una de las primeras opitas en oponerse a la iniciativa que comenzó a promover la Secretaría de Cultura de Neiva, en medio de una epidemia global que hoy deja 16. 295 pacientes contagiados y  592 muertos.

“Pensar en hacer el festival tradicional a través una pantalla y sin público es un lamentable desacierto”, afirmó Fabián Torres Celis, director de la Corporación para la Promoción de la Cultura y el turismo del Huila (Corposanpedro).

“La esencia de una celebración popular como sus fiestas típicas es la integración de la gente y el gozo de las mismas, el público es fundamental para estas celebraciones”, anotó.

Y tiene razón. Aunque la propuesta pueda resultar un ejercicio novedoso en medio de una extenuante cuarentena, el reinado popular atípico que se planea, se hará en solitario, a la carrera, alejado de su verdadera esencia.

Una reina anfitriona sin invitados, sin público, sin el colorido de sus comparsas, sin las clásicas tonadas de sus juglares ancestrales o de sus inmarchitables chirimías,  no podrá tener nunca el inmenso impacto.

Un reinado virtual, sin reglas claras, anunciado a la carrera, improvisamente, sin tener la parafernalia tecnológica, ni siquiera la certeza integral de la iniciativa, puede resultar una aventura. Y ahora, en tiempos de la peste, un enorme riesgo.

El carisma de las candidatas, la inmensa simpatía, su popularidad que suman puntos valiosos a la hora de su airosa proclamación, no pueden reemplazarse a través de la virtualidad.

Ciertamente, como dijo Germán Palomo, la virtualidad no es la panacea. En este caso, no valen los ‘like’ en un medio virtual para sentir la cercanía y su conexión con su público, en vivo y en directo. No a través de una pantalla esquiva.

Por eso sorprendió, cuando la directora de Cultura, Marcela Bobadilla, lo anunció en forma sorpresiva, deshilvanada a través de la radio.

¿Para qué una reina popular? 8 28 marzo, 2024

La sorpresa

“De verdad, nos sorprendió la propuesta, gratamente nos sorprendió porque es un ejercicio que se puede hacer”, expresó José Albeiro Castro, un consultor turístico y cultural de larga trayectoria.

En su criterio, “la convocatoria puede resultar un ejercicio interesante para no dejar perder la tradición del reinado popular. De paso se tendría la anfitriona para las fiestas del 2021”.

Solo bastó su anuncio para que se desatara la tormenta. De un lado, la gente, el gran jurado, le salió al paso a la iniciativa.

“Creemos que el sector cultural, como el resto de  sectores de la economía tiene que reactivarse. Debe haber alternativas para apoyarlos”, expresó Armando Cuéllar, gerente de Coomotor, la empresa transportadora más importante de la región Surcolombiana.

“Sin embargo – dijo-, creo que un reinado como el que se está proyectando, pierde la autenticidad. Unas fiestas sin público, solitarias, sin gente, sin calor humano, pierde su grandeza”, estimó.

“Me parece que los recursos presupuestados desde el año pasado, y los aportes que ya hizo el Ministerio de Cultura, cerca de 250 millones de pesos, deben utilizarse para estimular a los artistas, a los gestores culturales, para estimular a los compositores, a los artesanos, a todos los actores que han enriquecido nuestra huilensidad y que hoy como el resto de ciudadanos, a traviesan por situaciones apremiantes”, apuntó.

“Incluso, pagándole las deudas atrasadas del año pasado y de otros años, que se han venido acumulando, años tras año, sin probabilidades de saldar las cuentas atrasadas”, expresó el veedor Zoilo Cháux.

“Las cuentas por pagar solamente del año pasado por actividades inherentes a las fiestas del San Pedro del año pasado, ascienden a 214, 30 millones de pesos”, precisó.

“Es un año atípico y como tal debemos asumirlo, aplazar la realización no es el fin de la tradición, la situación de emergencia sanitaria no será eterna, y hay muchas otras maneras de apoyar el sector cultural si es el objetivo”, apuntó el director de Corposanpedro, Fabián Torres Celis.

“La virtualidad puede ser aliada en ese propósito pero no para hacer nuestro tradicional San Pedro. La situación que vivimos nos obliga a tener otras prioridades”, concluyó Torres Celis.

Y también, tiene razón. Muchos opinaron que esos recursos proyectados deberían destinarse a respaldar en medio de la crisis sanitaria, la multiplicidad de sus manifestaciones y bienes culturales, su memoria histórica, su música, sus instrumentos, su rica gastronomía, las leyendas, la mitología huilense, pero ante todo a sus personajes, la mayoría desprotegidos o perdidos en el olvido.

Otros en cambio, entre ellos decenas de lectores que reaccionaron ante la inusual propuesta, estimaron que debían destinarse para apoyar a centenares de familias pobres, impactadas por la dura cuarentena.

 

El gran debate

“No estoy de acuerdo, ¡Qué idea más absurda!-exclamó Elsa Judith Salas. “Ningún San Pedro virtual.  Se celebrará el año entrante Dios mediante”, apuntó en un impresionante debate virtual.

“No estamos para reinados”, afirmó Claudia Polanco Camacho. Esa platica se puede emplear en ayudas a las personas que están atravesando una crisis económica”, anotó.

“En este momento no es para pensar en reinados. Porque mejor invertir en la Salud y en el bienestar de mucha gente que lo necesita. Por Dios Santo estos del poder que se creen que tantas personas sin trabajar y se dan el lujo de gastar la plata en estupideces. Definitivamente se enloquecieron”, afirmó Mónica Barrera.

“Esto es una verdadera estupidez. ¿Será que nos vamos a morir si no se hace un San Pedro?- preguntó Ronald Herrera. “Aquí es donde las entidades de control deben estar pendientes, porque seguro que esta payasada es solo para hacer contratos con esta disculpa”, enfatizó.

Pero no solo ellos reaccionaron indignados. Decenas de ciudadanos anunciaron su desacuerdo con esa iniciativa.

“Neiva y los ciudadanos de Neiva no necesitamos ningún San Pedro virtual eso es una locura que tal esa propuesta”, reiteró Johanna Medina Segura.

“La ciudad de Neiva no necesitar un reinado, necesitar es como ayudar aquellas personas que están aguantando necesidades. Ojalá reconsideren esa situación”, escribió un extranjero que se sumó al debate.

“Un rotundo no. Sólo lo hacen para lucrarse de los dineros destinados para el festival. Deberían invertirlos en los gestores culturales, los cuales están muy mal”, subrayó Manuel Fernando Jiménez Rodríguez

“No estoy de acuerdo con un reinado virtual. Lo que van a invertir en esa fiesta debería de invertirse en la gente que lo necesita. Aplazarlo para el próximo año si Dios lo permite”, insistió Rochi Guzmán.

“En desacuerdo, esos recursos se deberían destinar en otras cosas más prioritarias frente a esta situación que estamos viviendo crisis que va en creciente”, reforzó Camilo Cediel.

Reactivación

“No podemos desconocer que los artistas y gestores culturales, también merecen la reactivación de sus actividades con el objeto de brindar recreación a la ciudadanía y activar su vida productiva”, sostuvo el ex secretario de Infraestructura, Aurelio Cubides.

“La cultura es muy importante para el desarrollo de los pueblos, pero hay situaciones más importantes, cientos de familias están viviendo una situación muy difícil, y esta actividad del sanjuanero virtual genera muchos recursos que no son prioritarios”,  argumentó Eduardo Puentes Narváez.

 

Hacer el oso

“Lo único que podría detener esta irresponsable decisión, es que ninguna niña se inscriba”, propuso Luz Marina Cardozo Herrera. “Si no hay reinas no hay San Pedro. Además, a qué hora se van a preparar. Eso requiere tiempo para no ir a salir a hacer el oso”, remató.

“Un reinado virtual, no tendrá el mismo efecto”, aseguró Maira Ospina.

“Si creen que virtual tendrá la misma acogida, eso sería como ver cualquier programa de televisión, sin la importancia que se le da a nuestras tradiciones”, dijo.

“Señor alcalde para ‘rumbiar’ hay mucho tiempo”, afirmó Orlando Pastrana. “No vayas a gastar esa platica que le va hacer mucha falta para ayudas humanitaria ya la gente no le va a seguir ese jueguito del San Pedro. Primero la salud del pueblo huilense que no nos vayan a seguir contagiando. Señor Gorky Muñoz, con todo respeto no lo hagas por seguridad de todo nosotros”, le recomendó.

 Ni reales ni virtuales

“La situación no está para fiestas ni virtuales ni presenciales en estos momentos hay otras prioridades, sugirió Milena Fierro.

“Piensen un poquito -agregó- ya le han sacado provecho a las ayudas que han dado, ahora quieren sacar provecho con el San Pedro virtual”.

“Hay muchas personas que no han entendido que esta pandemia nos cambió la vida”, anotó la docente Gladys Leonor Hernández.

“Siguen pensando en ferias, fiestas y desfiles, cuando hoy las prioridades son otras”, remarcó.

“Que pendejada por un año que no se celebre nadie se va a morir, más bien síganse cuidando para que esto pase rápido porque la vida no se recupera”, asintió.

“Personalmente no me parece un San Pedro virtual. ¡Qué bobada! El San Pedro se vive y se siente”, resaltó Carolina Muñoz.

¿Neiva es una de las ciudades con cifras más altas en el país y aun así, piensan en esto?, interrogó con razón, Alejandra Caviedes.

“Si es por lo económico no hay nada que hacer, ahora es difícil. Si es por resaltar las fechas por su historia, existirán otras maneras”, comentó.

“Hay que pensar en la salud del pueblo. Ya vendrán otros tiempos… Como dice uno de los antetítulos de la nota: ¿Reina para qué?”, concluyó la señora Caviedes.
De verdad, un reinado en solitario, sin la esencia, sin la autenticidad, sin invitados, y en el pico de la pandemia, ¿para qué reina popular?