La Nación
Perspectivas de un optimista 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Perspectivas de un optimista

Antonio Roveda H.
Rector de la FET

A riesgo de equivocarme, pero, con la firme convicción de que es necesario cambiar la perspectiva de la realidad, para así modificar el rumbo de la historia, me atrevo a pensar que hoy más que nunca se hace necesario y casi urgente mantener una posición valiente, optimista y llena de esperanzas frente a un panorama complejo y a su vez es altamente desafiante.

Bienvenidas todas las medidas económicas, políticas y sociales que nos permitan palear la emergencia; bienvenidas todas las estrategias que nos ayuden a salvar el mundo de la pandemia, del miedo y la zozobra. Recibimos con agrado las decisiones que alivianen los duros pesos de la pobreza, del desempleo y las angustias de un planeta que siente que las tormentas del coronavirus no le dejarán vivir un mañana.

Sin embargo, también es urgente que cambiemos todos las maneras de percibir nuestra realidad. El mundo debe ser visto desde un prisma lleno de colores y de múltiples posibilidades; nunca de manera monolítica y unidimensional. La realidad siempre tiene más alternativas que sumergirnos en la tragedia y el dolor. La resiliencia humana se convierte hoy en la nueva esperanza de futuro.

Por lo tanto, y dado que no se perciben inmediato horizontes en la producción de una vacuna contra el potente virus, invito entonces que, de la manera más inteligente, aprendamos a convivir y adaptarnos a esta situación, obviamente cuidándonos y acatando las disposiciones de aseo y distanciamiento social, pero evitando cerrar las posibilidades de continuar viviendo, de trabajar y de construir un mundo mejor.

No todo en estos tiempos del “encierro” ha sido negativo. Por ejemplo, se ha disminuido significativamente el deterioro del planeta; los altos niveles de contaminación atmosférica se han reducido notablemente y la disminución de gases Co2, generados, por la producción y consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón, entre otros), le han dado un nuevo respiro a la Tierra. Resultados similares se han visto con el renacer de especies de la fauna y flora que se encontraba al borde la extinción.

La economía tuvo que aprender a trabajar de otra manera; la educación está validando otros espacios y ambientes de aprendizajes. La cultura y el arte exploran nuevas expresiones y estéticas. Los tiempos de la virtualización nos han permitido disfrutar un poco más de aquellas personas que están en casa y hemos descongestionado las ciudades y reducido los índices de violencia urbana. No estamos asistiendo a una época de cambios es, más bien, un cambio de época, y ojalá podamos comprenderla y observa con otros ojos para poder vivirla y contarla.